El monopolio del poder
"El monopolio del poder", escribe Joaquín López-Dóriga en #EnPrivado
Los hay que son un esputo.
Florestán
Yo que soy un veterano de cubrir manifestaciones históricas desde las del 26 de julio de 1968 que desembocaron en la masacre de Tlatelolco, la tarde del 2 de octubre, a la del jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, con la matanza en Santa María la Rivera, y también las del desafuero de López Obrador en 2005, veo con escepticismo lo que ahora falsamente llaman megamarchas, y que apenas logran reunir a dos o tres mil personas.
Ahora ante el más reciente asalto de López Obrador contra los órganos electorales autónomos, la ciudadanía llama a salir a la calle en protesta. Su reforma se da fuera de tiempo y forma: se presenta a ocho meses de que inicie el proceso de las federales de 2024, la promueve el Presidente y en medio de un creciente rechazo ciudadano, lo que no había sucedido en las ocho anteriores, porque venían, justo, de la ciudadanía.
Ahora, en 2022, cuando desde la Presidencia de la República pretende una reforma electoral que le asegure el control del proceso sucesorio en 2024 y del futuro al viejo estilo del PRI, hay voces que llaman a marchar en su contra. Y está bien: hay que salir a marchar.
Pero hay que ser realistas: la reforma no está en manos de la sociedad, sino de políticos priistas, sus legisladores, que son los que le pueden dar su mayoría calificada y su reforma, como sucedió con la de las Fuerzas Armadas.
Así que aunque la Iglesia, con todo respecto, diga misa, la sociedad condene y la gente salga a marchar, al Presidente le vale.
Sabe que su garantía es el PRI y sabe de dónde lo tiene agarrado.
Pero, insisto, de todos modos hay que marchar.
RETALES
1.- ZÓCALO. Claudio X. González, convocante de la marcha del día 13, se desmarcó de quienes llaman a un paro nacional el día 14 y me dijo que el recorrido será del Ángel al Hemiciclo a Juárez y le pregunté por qué no al Zócalo y me contestó que lo hablaría con los otros grupos y yo sólo apunto: marcha que no llega al Zócalo, marcha que no existió;
2.- BENEMÉRITA. La crisis financiera de la Cruz Roja Mexicana debe preocuparnos y ocuparnos, a todos. ¿Quién no le debe algo a esa institución? Dicen que van a remodelar, pero han cerrado el hospital y sus servicios gratuitos, recortado ambulantes y paramédicos, al punto que el Gobierno de la CDMX ha tenido que redistribuir sus 130 ambulancias para llenar espacios. Y, repito, no la podemos dejar morir; y
3.- AVIONES. Originalmente, el Gobierno había hablado de un Sistema Aeroportuario del Valle de México, con el Benito Juárez, AIFA y Toluca. Ahora, para promover al Felipe Ángeles, la Agencia Federal de Aviación Civil, por instrucciones superiores, sólo promueve al de la 4-T y de nuevo recorta los pocos que habían regresado a Toluca. ¡Ah! Y de la recuperación de la categoría uno, perdida en mayo de 2021, nada.
Nos vemos mañana, pero en privado.