La gran reforma es para López Obrador

"La gran reforma es para López Obrador", escribe Joaquín López-Dóriga en #EnPrivado

Guardar silencio me haría su cómplice.

Florestán

López Obrador tiene como prioridad la consolidación de su cuarta transformación y para ello en el ocaso de su gobierno ha lanzado la más radical reforma a las instituciones del país que busca el mayor cambio del país, sólo después de la Revolución Mexicana, cuando la nación pasó de ser de caudillos a instituciones y a la altura de lo que se cree heredero: la Independencia con Hidalgo, la Reforma con Juárez, la democracia, con Madero y ahora, el Humanismo Mexicano, con él, claro.

Y por eso, el 5 de febrero, a siete meses y 25 días del fin de su gestión, eligió el recinto parlamentario de Palacio Nacional, desde el que se promulgó la Constitución de 1857 y darle peso al anuncio de la más profunda y extensa reforma de la Carta Magna, ajustándola a su sueño de Nación.

Su paquete de 20 iniciativas abarcan todo el espectro de Estado: reformar los poderes Judicial y Legislativo, la desaparición de los organismos autónomos, destacando los electorales, recortar, a su conveniencia, la revocación de mandato y dejarla a su alcance, entre otras, todas a la medida de un solo hombre, él.

En el primer punto va por la desaparición de la Corte y reducción a nueve ministro, de los que él propondrá diez, todos por voto directo al igual que magistrados y jueces. En el segundo, cancelar a los plurinominales en ambas cámaras para anular las minorías y renacer la sobrerrepresentación a su modo. En el tercero destaco la desaparición del INE y del Tribunal Electoral, entre otros, para, insisto, fortalecer a un solo hombre, López Obrador.

¿Por qué digo que es para él? Muy sencillo. ¿Usted puede entender que haga la mayor reforma de instituciones de Estado para heredarla a una sucesora?

No seamos ingenuos con eso de que se va a retirar a su finca La Chingada.

Una reforma de ese calado es, reitero, para un solo hombre, él.

No nos engañemos con el discurso tan reiterativo como falso y distractor de la jubilación, del retiro.

RETALES

1.- JENARO. Pues en palacio le dieron la vuelta y López Obrador impidió que su bancada en el Senado subiera la ratificación de Jenaro Villamil para otros cinco años como presidente de su Sistema de Radiodifusión y al vencer el plazo fue propuesto por él mismo como encargado de ese sistema. ¿Qué podría salir mal con la trampa como recurso permanente?;

2.- CAMBIO. Ricardo Monreal, el único que en la misma legislatura ha dejado y ha regresado a presidir la Junta de Coordinación Política, pero se irá de Reforma en agosto porque mañana será registrado como candidato a diputado federal; y

3.- FURIA. El Presidente tronó por la cobertura de la manifestación del domingo a favor de la democracia. Pocas veces le había visto tan descuadrado por una cobertura. Y es que no concibe que los ciudadanos sin su convocatoria, puedan llenar las calles.

Nos vemos mañana, pero en privado.