Turbiedad en el ‘hallazgo’

Turbiedad en el ‘hallazgo’, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoALaRazón.

De preocupar son las inconsistencias y contradicciones de la pretendida “nueva narrativa” o “verdad alterna” del caso de “Los 43” en un par de informaciones clave: a) el sitio donde “ahora” se localizó el fragmento óseo del estudiante Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y su envío a Innsbruck para ser analizado y b) las condiciones que presentaba la pieza, si carbonizada o no, y las circunstancias en que fue hallada.

Lo turbio de la versión se notó desde los primeros anuncios, a finales del año pasado y principios del actual, de las nuevas investigaciones, en lugares nada “nuevos” como “La Carnicería” (barranca distante 800 metros del basurero de Cocula), hechos por los representantes de los padres, Vidulfo Rosales, Felipe De la Cruz y la “Comisión de la Verdad” presidida por el subsecretario Alejandro Encinas.

De ahí a las recientes declaraciones del otrora secretario técnico del corrosivo Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes convertido en fiscal especial, Omar Gómez Trejo, pasando por los reportes del propio GIEI y los cuestionables dictámenes del Equipo Argentino de Antropología Forense.

En diciembre, Félix Santana, “secretario técnico” de la Comisión, informó de la localización de “posibles restos humanos” en “La Carnicería”, algunos de los cuales, dijo, “están calcinados”.

A principios de año, Encinas declaró que se haría “la revisión de unos restos hallados recientemente”, y añadió (8 de enero/“La Jornada”) que hasta ese momento “ninguno” de los fragmentos analizados “había coincidido” con el perfil genético de algunos de “Los 43”.

Y ese mismo día, el abogado Rosales afirmó que los hallazgos se hicieron “‘en municipios cercanos a Iguala’ (…), en las 18 búsquedas que se realizaron. En algunas de ellas se encontraron hallazgos (sic) y están ‘en proceso de análisis…”’.

Hasta esos momentos, o no hubo coincidencia de los restos localizados en “La Carnicería” con los normalistas, como dijo el subsecretario, o los análisis “apenas estaban en curso”, como lo afirmó Vidulfo.

Dos días después, a la agencia Quadratín, el vocero de los deudos, Felipe de la Cruz, pareció despejar la duda: en reunión con el fiscal general de la República (Alejandro Gertz), se les dijo que “en un punto ‘cerca de Iguala’ se encontraron los restos de cinco personas, los cuales ‘serán analizados en Austria.”’

Gómez Trejo informó que con las investigaciones en “La Carnicería” se localizó el resto óseo ya identificado como de Christian.

El sitio del “hallazgo” es el mismo donde la extinta PGR y el GIEI habían investigado ya, y los despojos que descubrieron no tenían relación con los jóvenes de Ayotzinapa.

Las mentiras afloran y “el pez por su boca muere”.

¿Por qué con el resto óseo de Christian se mantiene en secreto quiénes participaron en el sospechoso “descubrimiento” y los peritajes en “La Carnicería”?

Ojalá solo fuera un dato curioso, pero es en extremo “peligroso” que no se transparente el “descubrimiento” con el mismo rigor y detalle de lo hallado en el basurero de Cocula y el río San Juan…