Sí, chucha: pinches 'magnificadores'
"Sí, chucha: pinches 'magnificadores'", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón
La máxima de que más tarda en caer un hablador que un cojo aplica en los machuchones que atribuyen a “conservadores”, “adversarios” y medios “magnificar” la inusitada violencia en calles, plazas, carreteras y comercios desatada en varias entidades a partir de la semana pasada, con su estela de asesinatos y sobrevivientes a heridas, víctimas todas ajenas a bandas criminales y gobiernos.
A coro, los integrantes del ineficiente y eufemístico “gabinete de seguridad” entonaron, con variantes de tono mínimas, la melodía del presidente López Obrador, para quien “la percepción” social de la inseguridad es atizada por imaginarios antagonistas.
“Quieren que nos vaya mal y están muy desesperados, nerviosos, haciendo propaganda” –dijo. “Usan los fines de semana para manipular, distorsionar las cosas…”.
Dos horas después, con los otros encargados de la seguridad, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, declaró:
“Esto no fue, no son atentados terroristas. No hay que magnificar los hechos, no. No debe de verse más allá de la propaganda…”.
Esencialmente ociosa, la discusión sobre diferencias reales y supuestas entre “terrorismo” y sucesos que aterran se parece a debatir si los ángeles tienen sexo, a distinguir entre quien comete pendejadas y un pendejo, aunque no sobra recordar que en Derecho Internacional el terrorismo persigue fines políticos y el terror de las narcobandas responde a su avidez de dinero sucio.
Según López Obrador, los medios que abomina dieron cuenta de “disturbios y con muchos muertos, (lo) que no es cierto, son muy sensacionalistas, creando todo un ambiente de incertidumbre, de miedo”, con la pretensión de “levantar toda una campaña de inestabilidad en el país, de desgobierno”.
Y delató ser el inspirador del célebre dislate de la vocera de su vocero: “No es falso pero exageran”, al decir que los periodistas hacen aquello “aun con la mentira, porque sí hubieron (sic) estos hechos”.
El caso es que la misma mañana del lunes en que él y los demás insistieron en restarle importancia a lo sucedido la semana pasada en Guadalajara, Irapuato, Silao, Celaya, San Francisco del Rincón y León; Ensenada, Rosarito, Mexicali, Tecate y Tijuana, ayer martes continuaron ocurriendo atrocidades en Ciudad Juárez, el Estado de México, Baja California, Michoacán, Jalisco y San Luis Potosí, donde fue atacado e incendiado un cuartel policiaco, levantaron agentes y quemaron dos patrullas.
Asimismo, en la carretera Transpeninsular fueron incendiados dos automotores, otro en el Maneadero, y otros cuatro policías municipales (uno es mujer) fueron levantados.
Y siniestro pilón de tapón de boca para quienes arguyen que “se magnifica” esta racha de actos de terror: cuatro policías municipales más de Concepción de Buenos Aires, Jalisco, dos de ellos mujeres, fueron sometidos y videograbados por sus secuestradores.
Ojalá todos logren sobrevivir.