Los ominosos nuevos libros de la SEP
"Los ominosos nuevos libros de la SEP”, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón.
El 29 de mayo el presidente López Obrador recordó su compromiso “de hacer una reforma educativa distinta a la que impusieron y como una parte de esa reforma, está la elaboración de los libros de texto con nuevos contenidos científicos y humanistas”.
Y alertó:
“Están lloviendo amparos porque los conservadores no quieren que se reformen…”.
Los aludidos van ganando: la juez Yadira Elizabeth Medina Alcántara, titular del Juzgado Tercero de Distrito en materia Administrativa, otorgó el amparo provisional y definitivo y ordenó cumplir con la normatividad.
El fallo fue celebrado por la Unión Nacional de Padres de Familia, que exige ajustar los libros a la Constitución y a las leyes aplicando los programas y planes que hayan cumplido con las garantías de intervención de los especialistas en pedagogía, los gobiernos estatales y la ciudadanía.
Sin embargo, los nuevos ejemplares fueron ya distribuidos en casi todo el país, con la sola excepción de Guanajuato, cuyo gobierno panista fue el único que acató el fallo.
Y es que los libros del próximo ciclo escolar fueron hechos al margen de expertos calificados, del magisterio, de la UNPF y las entidades federativas.
Fueron hechos a escondidas en la Dirección de Materiales Educativos de la SEP a cargo de Marx Arriaga (el sujeto que descalifica la lectura “por placer” porque no es formativa de una “conciencia política”), de la mano del venezolano chavista Sandy Loaiza.
Su elaboración fue tan desaseada que hasta la ideologizada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación anunció ya (Pedro Hernández, dirigente de la Sección 9) que se movilizará la militancia porque “no se han generado los espacios para la revisión puntual de los textos y falta conocer el fondo y la dinámica, pues cambian radicalmente la concepción que se tenía por áreas de conocimiento y asignaturas”.
En lo que se refiere a la enseñanza “científica”, los “pedagogos” de la SEP cometen disparates como afirmar que las figuras geométricas “están definidas por segmentos de líneas rectas, ángulos y vértices”, estupidez que excluye al círculo, el ovoide, el óvalo y la elipse, o que los pentágonos tienen “cinco lados iguales”.
La postura de la disidencia magisterial es relevante porque los nuevos contenidos tienen también, como la CNTE, sesgos sectarios.
Respecto de contenidos “humanistas”, se dice que el neoliberalismo creó “obras faraónicas” como la biblioteca José Vasconcelos y romantiza los movimientos armados de los 60 y 70 llamándolos utopías democráticas; la revolución cubana creó “nuevos horizontes” y nada dice de la dictadura en que devino, y en lo local exalta las guerrillas de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas.
Y sin el menor pudor:
Para acelerar la cacareada “revolución de las conciencias”, se reproduce la patraña de que en 2006 se cometió un “fraude electoral”, asegurando lo que jamás nadie pudo demostrar: que se rellenaron urnas, se alteraron las actas y se manipularon los resultados…