Excrementicio papel de la CNDH

"Excrementicio papel de la CNDH", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón

Ayer, uno de los lamesuelas con derecho de apartado en Palacio que se ostenta “periodista” sacó así el tema del insolente y faccioso ataque de la CNDH al Instituto Nacional Electoral:

- Esta recomendación generó de inmediato una ola de agresivos ataques de la derecha y de sus adversarios contra la CNDH, y sobre todo contra la presidenta de la misma, Rosario Piedra Ibarra. ¿Cuál es su postura sobre esta recomendación?, ¿ya sabía de ella?, pero sobre todo la postura de los ataques de la derecha en contra de la presidenta y de la Comisión…

AMLO tomó en serio la servicial estupidez:

“Pues es que los defraudadores, los mapaches electorales ahora están convertidos en demócratas. Lo cierto es que ellos dominan el INE y el Tribunal (…). Siempre han tenido ellos el control del INE y del Tribunal”.

Aunque nadie con sentido común atribuye a esas instituciones la democracia de que se goza en el país, se fue de largo:

“No es cierto que por el Tribunal y por el INE haya democracia en México, no. Hay democracia en México o se ha avanzado para que haya una auténtica democracia por la gente, por el pueblo, no por ellos. Ellos siempre andan buscando favorecer a los potentados.

“¿Y el caso de Rosario?, pues no la quieren desde que se propuso (…). ¿Cómo no vamos a estar de acuerdo en que las elecciones sean limpias y libres? ¿Quién no está de acuerdo en que se respete el voto?”.

Nadie que yo sepa.

“¿Quién no está de acuerdo en que se acaben los fraudes electorales…?”.

Fraudes que no se avalan al menos desde 1997, cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Jefatura del Gobierno capitalino.

“¿Quién no está de acuerdo en que sólo haya un organismo electoral para que se organicen las elecciones en todo el país y que no haya 32 organismos electorales?”.

Yo, entre millones de ciudadanos que aquilatamos lo construido en decenios y no lo queremos centralizado ni pervertido.

Al cometer la inconstitucional impudicia de entrometerse en asuntos electorales y sumarse al asalto pandilleril que la 4T ha emprendido contra el INE, la sectaria titular de la CNDH confirma que no sólo es capaz de degradar una otrora respetable institución autónoma del Estado que para desgracia de las víctimas de violaciones a los derechos humanos tiene a su cargo, sino de usarla como cachiporra contra la democracia, la inteligencia y la dignidad de las personas que proclama defender con el equivocado y demagógico lema ¡Defendemos al pueblo! (su responsabilidad es proteger a la población civil de todos los estratos de los agravios cometidos por servidores públicos).

Sin competencia para inmiscuirse en “asuntos electorales y jurisdiccionales” (Artículo 102 de la Constitución), la señora cree que puede, inclusive como lo hizo ya, aplaudir la militarización del país.

Pero compensa su ignorancia supina con el respaldo pleno de quien el 6 de abril de este año, traicionando su juramento al asumir la Presidencia de la República, proclamó el preocupante apotegma: “No me vengan con el cuento de que la ley es la ley…”.