Comienzan a quitarle el andamio
"Comienzan a quitarle el andamio", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón
Si al estallar el escándalo por actos de probable corrupción Claudia Sheinbaum hizo una vehemente y enjundiosa defensa de Arturo Zaldívar, parece haberse dado ya cuenta de que el ministro en retiro, con su histérica reacción a la denuncia en su contra, le robó tanta cámara que comienza a marcar cierta distancia.
“Lo que hizo la Suprema Corte, la ministra (Norma Lucía Piña Hernández), de levantar una investigación en 24 horas, desarrollarla y además públicamente sancionar, es algo fuera de lo común y más en medio de un proceso electoral”, dice ahora.
Aunque no fue “en 24 horas” ni ha empezado “una investigación” sobre Zaldívar y carezca de sustento (al menos por ahora) eso de “sancionar”, lo de “fuera de lo común” es un comentario neutro y correcto: jamás había ocurrido un suceso como el que tiene enfrentados a los titulares anterior y actual del Poder Judicial de la Federación.
De la descocada petición de “juicio político” a la ministra promovido por Morena y Zaldívar, la candidata se lavó las manos:
“Ya lo están definiendo nuestros compañeros…”. Su declaración contrasta con lo dicho el viernes del bombazo en Ensenada:
La acusación, dijo entonces, “está fuera de toda norma de la Suprema Corte; se basa en una denuncia anónima y no sólo es contra Zaldívar sino contra jueces que han sido honestos. Ahora la Corte va contra jueces que han estado aprobando proyectos con base en la ley que hace la Cuarta Transformación (…). No hay nada más autoritario que perseguir jueces por su decisión honesta (…). ¡Cómo una investigación con base en una denuncia anónima de la Suprema Corte (sic), que lleva nombre y apellido no sólo contra el ministro Zaldívar sino de otros jueces! (…). Lo que queremos es que la Suprema Corte se dedique a la justicia y no a una persecución política (…). Son perseguidores (…). Esta es una persecución política (…). Hay una politización a favor del grupo conservador de la Suprema Corte”.
Cinco días después, todo eso lo reduce a “algo fuera de lo común”.
Para el presidente López Obrador, quien el lunes condenó que “dejaron entrar una denuncia anónima, le dieron celeridad, justicia pronta y expedita, ahora se sabe que es una especie de venganza en contra del ministro (sic) Zaldívar”, y le refrendó “todo nuestro apoyo, nuestro respaldo, nuestra confianza”, pues debido a esto asistía a sus informes en la Corte, porque hablaba “del combate a la corrupción y del nepotismo que existe en el Poder Judicial y de las componendas y la descomposición de ese Poder que está casi en su totalidad podrido”, ayer le bajó volumen y hasta frivolizó el tema: “Está interesante lo que está sucediendo y ojalá haya más debate. Yo estoy ya inscrito en pago por evento; quiero conocer todo, todo, todo. La presidenta del Poder Judicial tiene muchas cosas qué decir, el exministro (sic) Zaldívar (también)…”.
Y desinfló el globo del “juicio político” a la señora Piña: “Eso no lleva a nada”. Deduzco pues que Sheinbaum y AMLO ya no ven conveniente a Zaldívar…