Qué lata con las mismas eminencias

"Qué lata con las mismas eminencias", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón

Prominencias como Julio Frenk o Julia Carabias, integrantes de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de Covid-19 que coordinó el epidemiólogo Jaime Sepúlveda Amor y en la que participaron otros 15 especialistas en diversas disciplinas, no merecen consideración a la presidenta Claudia Sheinbaum y menos desde antier en que hicieron público su desacuerdo con la Beca Doctor Muerte.

En su mañanera de ayer, la mandataria opinó:

“Pues son los mismos de siempre que han estado diciendo eso, ¿no?, desde hace años, nada más que ahora tiene un nombre muy… que suena muy elegante. Pero es Julio Frenk y todos ellos que desde el principio estuvieron en contra del gobierno por otras razones y tuvieron sus diferencias en la atención a la pandemia. Yo reivindico a Hugo como un gran profesionista que va a hacer un buen papel en la Organización Mundial de la Salud. Hay mucho que tiene que ver con la política en la crítica a Hugo López-Gatell. Y son los mismos de siempre, pues, los que siempre han criticado, no hay algo nuevo ahí…”.

Se refiere a estos 18 mexicanos:

Lucía Abascal Miguel, Julio Frenk, Claudia Agostoni, Sergio Aguayo, Ricardo Becerra, Mariana Campos, Julia Carabias, Enrique Cárdenas, José Ramón Cossío, Carlos del Río, Eduardo González-Pier, Tonatiuh Guillén, Antonio Lazcano, Carlos Mancera, Itzel Ortiz Zaragoza, Mariano Sánchez Talanquer, Sylvia Schmelkes y su coordinador Sepúlveda Amor, por haber expresado:

“…nuestra profunda preocupación por el nombramiento del Dr. Hugo López-Gatell como ‘representante de México ante la Organización Mundial de la Salud (OMS)’ -un nombramiento inaudito para un cargo, además, inexistente dentro el esquema formal de representación diplomática de México en el exterior.

“Nuestra labor de investigación documentó graves omisiones y decisiones que contribuyeron a que México registrara, según las cifras de la propia OMS, el cuarto nivel más alto de exceso de mortalidad en el mundo, con más de 808 mil muertes en exceso; el número más alto de muertes de personal médico en el continente americano; 44% de mortalidad hospitalaria; más de 215 mil niños en situación de orfandad, por la pérdida de su padre o madre; así como profundas repercusiones en ámbitos como la educación, la economía y la salud mental.

“Este nombramiento ocurre sin que las autoridades responsables hayan ofrecido al público análisis ni explicaciones sobre las fallas que contribuyeron a estas cifras inaceptables -incluyendo, por ejemplo, el uso de datos falsos o erróneos para determinar el color del semáforo epidemiológico durante el pico de contagios en la Ciudad de México.

“Por respeto a las víctimas, la relación de México con la OMS no puede quedar en manos de funcionarios directamente responsables de que, en la mayor crisis sanitaria en un siglo, la respuesta gubernamental se apartara de forma sostenida, profunda y sistemática de las recomendaciones de dicha institución…”.

Carlos Marín

cmarin@milenio.com