Dinero de muchos al arbitrio de uno
Dinero de muchos al arbitrio de uno, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoALaRazón
Dominada la Comisión Permanente del Congreso por la ensalada morenista-moreniana y con avasallante mayoría lopezobradorista en la Cámara de Diputados, el Poder Legislativo se apresta a degradarse el martes, cuando en San Lázaro se le ceda al Presidente la facultad de “redireccionar” el presupuesto federal para que lo encauce a su capricho.
Ese manejo unipersonal de los recursos públicos no requiere transparencia, sólo engrosará la famosa “partida secreta” que Ernesto Zedillo redujo a un simbólico triste peso, alcancía que en el actual sexenio acumula considerables centenares de miles de millones por la discrecionalidad de los programas sociales, las adquisiciones directas (al margen de licitaciones o concursos públicos).
Hacia ese fondo insondable, por cierto, se perfila ya la intención de que el Gobierno se agandalle las Afores, no obstante que son recursos de particulares y de que todo el dinero que han manejado la actual y las administraciones anteriores es tanto mal administrado como saqueado. Ya desde la semana pasada el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, había dejado ver su desconfianza en la iniciativa con la frase: “Ningún decreto puede estar por encima de la Constitución” pero el texto, de aprobarse (y es lo más probable), dejará de ser una resolución sin sentido para convertirse en convenenciera ley.
Otro legislador prominente, el diputado Porfirio Muñoz Ledo, integrante de la Comisión Permanente pero único liberal entre la mayoría de incondicionales, manifestó estar en contra de la pretensión: “Tomé posición en contra de otorgar poderes especiales al Ejecutivo en contra de la Constitución”, advirtió y sugirió que al menos debiera llevarse a cabo una consulta pública (supongo una que se apegue a la legalidad, no a las tramposas de un puñado de devotos de la 4T), además de considerarse la opinión de los gobiernos de los estados.
No habiendo condiciones para sesiones legislativas a causa de la peste y sin que exista un dictamen para su discusión (lo que hace más repugnante la finalidad), los integrantes de la Comisión se proponen reunirse el viernes para convocar a un periodo extraordinario y que la Cámara de Diputados pueda el martes palomear tal cual el escrito presidencial y endosarle a López Obrador las abusivas atribuciones.
Con el recule diputadil a su Ley de Egresos, no quedará obstáculo legal para que AMLO decrete la emergencia económica y maneje, con su particular modito, el presupuesto federal, el mismo con que trabajadores y empresas, mediante el pago de sus impuestos, nutren al erario.
Aunque la Constitución establece que “no podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo” (artículo 49), añade lo que hoy sirve de coartada: “… salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión…”. El problema es que una feliz feliz feliz turba de lacayos le transferirá tan ominosas y alevosas atribuciones.