Desprecio por los otros héroes
Desprecio por los otros héroes, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoALaRazón.
Hace un año fueron echados a la calle alrededor de diez mil médicos, enfermeras y pasantes del sistema público de salud.
La pandemia obligó a un desesperado reclutamiento, pero la pichicatería sigue privando en el desabasto de materiales de trabajo.
Explicablemente indignada y valerosa, la servidora pública Miriam Valenzuela grabó el sábado un video para lanzar este clamor:
“Soy química clínica.
De éstos que estamos en la batalla contra el Covid, que no nos rajamos y, aun teniendo algún diagnóstico para correr, no corrimos.
Hemos estado trabajando arduamente en los laboratorios de la Secretaría de Salud y el Issste durante estos más de dos meses y medio.
Jamás nos han proporcionado unos goggles, jamás una N95.
Nos han dado cubrebocas convencionales, incluso mal hechos y no se pueden utilizar.
Yo tengo porque los he comprado.
Me decido a hablar porque los químicos no somos ‘del primer contacto’, ¿cómo la ven?
Estamos catalogados como ‘segundo contacto’.
Por eso no nos dan una N95 ni goggles.
“De lunes a viernes tomo muestras con el equipo que me compro.
No me rajo y sigo, pero quiero que quede claro que el químico clínico ¡claro que está en primer contacto!
“¿Que porque no tengo al paciente aquí y no lo recibo?
¡Pero lo veo desde sus entrañas!: su sangre, su orina, su saliva, su materia fecal, ¿no está contaminada?
Él tiene Covid, ¿pero todo por dentro no tiene Covid?
¿Lo que yo hago no es para infectarme?
No tiene gases, no aspiren vapores, las flemas de los pacientes.
“Me decido a alzar la voz porque en mi clínica hay un programa que es el empleado del mes y a un compañero químico se lo niegan porque no está en contacto con Covid.
¡Háganme favor, toma muestras todos los días, va a piso!
“Pacientes que estuvieron en Covid y ya salieron negativos, los sacan y les siguen dando tratamiento afuera.
¿Quién los atiende?
Nosotros.
Todas las muestras de pacientes Covid nosotros las tomamos y procesamos.
Digan si no estamos en contacto.
“No, no tenemos al paciente enfrente y no nos pueden llegar sus aerosoles, pero tenemos todos sus líquidos corporales trabajándolos.
Y tengo que manipular su sangre, hacer diluciones para darte un conteo de cómo están su PCR, su deshidrogenasa su dímer D, pero no.
“¿Yo soy de hierro?
No ocupo N95.
Qué mal estamos, amigos.
“No le estoy echando a ninguna autoridad. Así nos tienen catalogados todos: sindicato, autoridad, algunos jefes inmediatos.
No le saco al trabajo ni le voy a sacar.
Las primeras muestras que se tomaron de Covid en Issste Los Mochis los tomamos el jefe de laboratorio y yo.
En ese momento nos proporcionaron material, pero después no.
¿Los químicos no están en riesgo?
¡Háganme favor!
“¿Qué es más importante: tener al paciente aquí o ver sus entrañas?
Ahí se las dejo, analícenle, jefes, ¿por qué se están contaminando los químicos?
“No le saco a la chamba y jamás le sacaré.
Sale.
“¡Químicos, alcen la voz!
Ahí encerraditos en el laboratorio nadie nos va a escuchar.
¡Échenle ganas…!”.