De lástima, Senador y superdelegado

Pese a figurar entre los afortunados que se han empoderado gracias al efecto AMLO, un par de morenistas que pasaban desapercibidos consiguieron salir del anonimato virtual profiriendo sandeces luminosas: el superdelegado en Veracruz, Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara, y el senador oaxaqueño Salomón Jara Cruz.

El primero sugiriendo que Alfonso Cuarón, en su película Roma, promueve la explotación de las trabajadoras domésticas, y el segundo proponiendo que se expulse de México a calificadoras globales como Standard & Poor’s.

Ante la desgracia que se cierne sobre las estancias infantiles con la disminución a la mitad de los recursos presupuestales y la entrega de dinero en efectivo a las madres y padres requeridos del servicio, Huerta soltó esta perla de miserable y estulto explotador:

“Van a entregar recursos para abrir el apoyo a la gente en otras zonas para encontrar mecanismos. Acuérdense que puede ser una estancia o pueden optar por su familiar o una persona así tipo (Alfonso) Cuarón, que lo cuidó una muchacha y miren, sacó hasta un premio Oscar, para que vean que sí funcionan las Yalitzas…”.

Su ficha curricular asienta que este promotor del desmantelamiento de las estancias infantiles es abogado y sociólogo; fue diputado federal en dos ocasiones y ha brincado del PRD al PT, a la presidencia de Morena en Veracruz y a la coordinación estatal.

Menos de 24 horas después, su destellante papelazo fue desplazado por la barbaridad que se le ocurrió al falso “vocero” de la fracción morenista en el Senado, Salomón Jara Cruz, proponiendo la estupidez de que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores revoque el permiso de operación de calificadoras en México “que descalifiquen a un país cuya economía se está fortaleciendo”.

Acusó de “no tener vergüenza ni autoridad” a instituciones como Standard & Poor´s “y las descalificamos porque la economía se está fortaleciendo, contrario a lo que han dicho”.

Quiere “proponer a la CNBV tenga la facultad y la obligatoriedad de decretar la revocación de la autorización para organizarse y operar como institución calificadora de valores cuando estas instituciones presenten evaluaciones o calificaciones que no se apeguen a los principios de independencia, objetividad, rigurosidad, autenticidad, veracidad, integridad, y transparencia o se atente de manera deliberada contra la estabilidad financiera de los mercados o contra alguna empresa o sector determinado”.

Explicablemente contrariada, la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, dijo en seguida que la “ocurrencia” no es del partido; el coordinador de la fracción senatorial, Ricardo Monreal, aclaró que su bancada no apoya esa tontería, y el panista Gustavo Madero definió en buen castellano la descalificación de Jara a las calificadoras:

“No entiende, no tiene ni la más reputa idea de lo que está diciendo, es una pendejada…”.

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