Estamos en deuda con el padre Kino
Estamos en deuda con el padre Kino, escribe @joseshealy en #Actitudes.
Los sonorenses, los mexicanos y los católicos del mundo estamos en deuda con el padre Francisco Eusebio Kino.
Nació en un pueblo cercano a la histórica ciudad de Trento, Italia, en 1645 –hace 375 años– y murió a los 65 años luego de una vida heroica, en la población Santa María Magdalena de la Nueva España, hoy conocida como Magdalena de Kino, Sonora.
Su nombre de origen austriaco fue Eusebius Franz Kühn, quien desde muy joven mostró una inteligencia excepcional y un enorme interés por las letras y las ciencias.
El joven Eusebio se educó en los colegios jesuitas de su región y a los veinte años abrazó la vocación como religioso para iniciar su formación en la Compañía de Jesús.
Al concluir sus estudios teológicos, el padre Kino se dedica a dar cátedra en la Universidad de Ingolstadt al tiempo que solicita ser enviado a China como misionero.
No logra concretar sus deseos, pero le ofrecen viajar a la Nueva España donde realizará una larga y fructífera carrera como evangelizador, promotor cultural y fundador de más de veinte misiones en Baja California, Sonora y Arizona.
Ayer en Trento, Italia, se llevó a cabo un emotivo recuento de la gesta del padre Eusebio Kino, quien hace un mes fue nombrado Venerable por el Papa Francisco en su largo camino hacia la canonización para la cual reúne los méritos más que necesarios.
En el evento participaron autoridades civiles y religiosas de Trento, Italia, del estado de Sonora y también de Arizona, fue un hermoso homenaje para recordar a este histórico personaje en ocasiones relegado y olvidado.
El padre Kino realiza su primera viaje a la Nueva España en 1681 luego de infinidad de contratiempos.
En 1683 llega a La Paz, Baja California Sur, como parte de la expedición comandada por el almirante Isidro de Atondo y Antillón que fue abortada ante la hostilidad de los nativos.
Meses después logra erigir su primera misión en San Bruno, cerca de Loreto, pero una dura sequía los obliga a abandonar Baja California y su sueño de evangelizar la península.
Años más tarde el padre Kino, entonces un misionero sin misión, solicita a su jefe provincial ser enviado a territorio sonorense para atender a la tribu seri lo que significaría el inicio de su extensa labor evangelizadora.
Desde 1687 hasta su muerte en el año 1711, Eusebio Francisco Kino cabalga sin descanso por el norte de Sonora y el sur de Arizona.
Funda en Sonora las misiones de Nuestra Señora de los Remedios, Nuestra Señora del Pilar y Santiago de Cocóspera, San Ignacio de Cabórica, San Pedro y San Pablo de Tubutama, La Purísima Concepción, San Diego del Pitiquí, Visitas del Río Altar y en Arizona las misiones de San Cayetano de Tumacácori y San Xavier del Bac, además de varias pequeñas iglesias repartidas entre ambos estados.
Pocos saben que el padre Kino descubrió en sus viajes que la Baja California estaba unida al continente y no era una isla, durante esas expediciones fundó varias misiones más entre ellas la de San Marcelo de Sonoyta.
Se le recuerda por introducir la ganadería y cultivos modernos agrícolas; por obtener privilegios para los indígenas; por bautizar a miles de nativos; realizar observaciones astronómicas; por enseñar a leer y escribir a miles de habitantes; y además por escribir libros únicos como “Favores celestiales” donde narra las aventuras de su vida.
En Sonora se ha reconocido al insigne jesuita al colocar su nombre a Magdalena de Kino, a Bahía de Kino, a la Universidad Kino, a bulevares, empresas e infinidad de escuelas, pero quizás todavía es insuficiente.
Por ello la gobernadora Claudia Pavlovich anunció una próxima declaratoria para catalogar a la Ruta de las Misiones del Padre Kino como Patrimonio Cultural Estatal y en un futuro de la Humanidad.
Sin duda una oportuna y merecida iniciativa para enaltecer el legado del jesuita italiano que bien podría combinarse con un proyecto turístico para restaurar las misiones que fundó en sus travesías por Sonora.
Estamos todavía a tiempo de pagar la deuda por la valiosa contribución que hace más de tres siglos realizó este humilde misionero quien dedicó buena parte de su vida a los nativos de la región y en general al norte de Sonora.
Noticia final…
Pareciera que en ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador se levanta de mal humor o simplemente no conecta sus declaraciones con la realidad.
Ayer lanzó la ocurrencia de realizar una consulta popular para decidir si enjuicia a los ex presidentes de México, es decir para él no importan las pruebas, evidencias y los procesos del sistema legal mexicano sino la simple opinión de una mayoría ciudadana.
¿Así cómo, pues?