Estados de ánimo

“Estados de ánimo” era el título de la columna política que en la década de los 80 escribía el periodista Javier Lozada en la Ciudad de México.

Se publicaba en el periódico Novedades que en aquel entonces ocupaba un lugar especial en el ranking nacional.

Bajo la dirección de Rómulo O’Farrill Jr., Novedades nunca logró ser el líder periodístico, sin embargo, su influencia y prestigio fueron notorios gracias a sus plumas y colaboradores destacados que marcaron toda una época.

Entre ellos recordamos a Manu Dornbierer, Mauricio de la Garza, Germán Dehesa, Margarita Michelena, Joaquín López Dóriga, al genial caricaturista Abel Quezada y al escritor guaymense Edmundo Valadez, quien dirigía el suplemento cultural del rotativo.

Destacaban además algunos editores y reporteros como Salvador del Río, Luis Bojórquez, Isse Núñez, Neftalí Celis, Raúl Sánchez Carrillo, entre otros.

Incluso nuestro tío abuelo Patricio Healy Brennan fue parte del staff editorial del diario en las décadas de los 40 y 50.

“Estados de ánimo” viene a cuento porque en la vida política y social del país, los ánimos, ímpetus y alientos son fundamentales para avanzar en cualquier sentido.

Lamentablemente a nivel regional y nacional lo que advertimos es una falta de ánimo positivo en general, el ambiente es de incertidumbre, malestar, incredulidad, recelo, sospecha y escepticismo.

Obviamente no en el 100% de la población, pero sí en un alto porcentaje y en especial entre los integrantes de algunos gobiernos, de los sectores productivos y de buena parte de los medios de comunicación.

AMLO y seguidores podrían decir que se trata de sus adversarios tradicionales y de la prensa “fifí”, pero no es el caso, el desánimo abarca a muchas más personas.

La euforia y esperanzas que despertó la llegada al poder de un nuevo partido con tendencia social y popular, encabezado por un líder carismático, ha cedido ante la cruda realidad que vive México.

Las acciones tomadas en los últimos meses no convencen del todo.

Ahí está la polémica cancelación de una obra en marcha como es el aeropuerto de Texcoco, también las decisiones inciertas en el plano económico y ni que decir del plan de combate al “huachicoleo” que terminó con una crisis de abasto y con la muerte de más de cien personas en el estado de Hidalgo.

La improvisación y el manejo fallido por parte de algunos colaboradores del nuevo gobierno son patéticos.

Si ya tenían más de seis meses prácticamente en el poder, ¿por qué se equivocan tanto en las decisiones y sobre todo porque han designado a funcionarios incompetentes?

La bandera de la lucha contra la corrupción no es suficiente para justificar los daños colaterales que han ocasionado para los mexicanos en un país donde los recursos son insuficientes y por demás necesarios.

A nivel estatal pareciera que los gobernantes todavía no se recuperan del golpe recibido en julio del año pasado.

La inacción y lentitud para responder a las demandas de la población tampoco se justifican por un cambio de gobierno tan drástico, pero a final de cuentas ya esperado.

Los alcaldes morenistas están haciendo su esfuerzo con muchas dificultades y carencias, en las declaraciones se habla de unidad y respeto entre las diversas fuerzas políticas, pero en la práctica cada quien está jalando para su lado sin coordinación y en ocasiones sin un objetivo definido.

AMLO lanza continuamente sus dardos contra el establishment lo que divide más y más a la sociedad.

El presidente es de todos los mexicanos y como tal debe unir esfuerzos, empujar programas, programar acciones conjuntas, la división desanima e implica retrocesos.

Los líderes regionales como gobernadores, alcaldes, legisladores y los de la sociedad civil deben dar la vuelta a la hoja, olvidar los enconos y rencillas políticas, para dedicarse a trabajar en beneficio del bien común.

Lo peor para México y para Sonora será continuar la lucha política como si viviéramos una eterna contienda electoral.

En otras palabras, ya estuvo suave señores de sus pleitos, póngase a trabajar en serio y de manera responsable.

Noticia final…

En la ciudad de Panamá se jugará la Serie del Caribe 2019 del 4 al 10 de febrero con la participación de seis países: Cuba, República Dominicana, Venezuela, Panamá, Puerto Rico y México.

Esperamos que los Yaquis de Ciudad Obregón sean los dignos representantes de la Liga Mexicana del Pacífico que por cierto estrenará dos nuevas franquicias: Algodoneros de Guasave y Sultanes de Monterrey.

Será un gran reto para consolidar el crecimiento de esta liga que sin duda ha crecido en afición y calidad.

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