Colapso del metro arrastra a Morena
Colapso del metro arrastra a Morena, escribe José Santiago Healy en #Actitudes
El colapso de una estructura del metro de la ciudad de México que hasta el momento arroja un saldo de 25 muertos y más de 70 heridos podría convertirse -coincidentemente- en el colapso electoral de Morena y del gobierno de la 4T el próximo seis de junio.
Para amplios sectores de los mexicanos es notorio que el régimen morenista ha quedado a deber en sus dos años y medio de gobernar al país.
La crisis económica, el manejo desastroso de la pandemia, la división entre los mexicanos, la desconfianza de los inversionistas, el aumento de desempleados y la caída del producto interno bruto, son quizás los fracasos más importantes del presidente López Obrador.
Por ello desde algunas semanas atrás los sondeos de opinión han registrado una tendencia a la baja en la popularidad de Morena y sus candidatos. Hace seis meses se daba por hecho que al menos trece de las quince gubernaturas en disputa serían ganadas por el partido en el poder.
Sin embargo, en las últimas semanas las encuestas favorecen triunfos de la oposición en Nuevo León, Campeche, San Luis Potosí, Querétaro, Chihuahua y Baja California Sur.
Además la distancia de los candidatos de Morena que van de líderes se redujo peligrosamente en los estados de Michoacán, Sonora, Tlaxcala, Nayarit, Colima e incluso Guerrero. En algunas entidades la tendencia indica que los candidatos opositores -en especial los que representan a la alianza PAN-PRI-PRD- arrollarán a los de Morena de tal manera que pudiera repetirse aquel célebre descalabro de las elecciones intermedias del 2015 cuando el PRI -entonces en el poder- perdió siete gubernaturas.
De acuerdo a reciente sondeo del diario El Financiero, Morena muestra una cómoda ventaja en las diputaciones federales con el 40 por ciento de las preferencias, un punto arriba del que registraba hace exactamente tres años.
Ahora existe un factor adicional distinto, en esta ocasión los partidos PRI, PAN y PRD suman preferencias por 20, 19 y 3 por ciento, respectivamente, cifras parecidas a las del 2018 pero en aquel entonces no había coalición lo que podría arrojar resultados muy distintos el seis de junio.
Aunado al desgaste de un gobierno errático, demagógico y populista, se suma ahora la tragedia del Metro en la capital azteca cuyos efectos podrían ser demoledores a la hora de las votaciones.
Hay que recordar que la línea 12 del Metro -donde sucedió el percance- fue construida por el gobierno capitalino de Marcelo Ebrard en el 2012 con un costo de 1,300 millones de dólares, un 50 por ciento más del presupuesto original.
Desde su origen la llamada línea dorada mostró problemas técnicos, deficiencias de diseño y fallas estructurales que no pueden ser atribuidas a los gobiernos neoliberales. En el 2014 -después de 17 meses de inaugurada- fue cerrada durante varios meses ante el cúmulo de fallas lo que derivó en procesos judiciales y en el exilio en Francia por varios años de Marcelo Ebrard.
Los usuarios se quejaron por mucho tiempo de que los vagones de la línea 12 vibraban, brincaban, temblaban y de paso sus llantas rechinaban durante su operación.
Lo más trágico del incidente fue que el desplome de los dos vagones se debió a que una viga o trabe se colapsó al paso de los trenes sin presentarse un sismo o alguna otra causa externa. No hay que ser expertos en construcción para advertir que la calidad de la obra fue malísima.
Los gobiernos morenistas son hábiles en sus campañas de difusión y podrían darle la vuelta a la tragedia si “sacrifican” a un pez gordo como Ebrard o la gobernadora capitalina Claudia
Sheinbaum, aunque de entrada se antoja imposible por ser colaboradores muy cercanos al primer mandatario.
Por lo mismo es inminente que el colapso del metro se reflejará en el desplome electoral de Morena. Los mexicanos no son tontos y ya se dieron cuenta de que la cuarta transformación
ha sido un engaño y un fracaso rotundo.
Noticias, noticias…
En Baja California la candidata a gobernadora Lupita Jones, de la coalición PAN-PRI-PRD, sorprendió al denunciar al gobernador Jaime Bonilla por lavado de dinero, peculado y colusión ante la Unidad de Inteligencia Financiera por derivar 278 millones de pesos a la campaña de Marina del Pilar Ávila de Morena. Se pondrá al rojo vivo el cierre electoral en aquella entidad donde hace tres años arrasó Morena.