Asilo exprés y de lujo para Evo Morales
Le cayó de perlas al gobierno federal la renuncia forzada del ahora ex presidente de Bolivia, Evo Morales.
La estrategia para desviar tantos asuntos delicados a nivel interno no pudo ser mejor: ofrecer y otorgar asilo político a un funcionario extranjero que cayó en desgracia por sus propios excesos.
Al menos durante un par de días los comentarios y críticas se desviarán hacia este asilo de lujo que el presidente López Obrador y el canciller Ebrard le han concedido al boliviano.
De entrada hay que dejar claro que Morales iba por su ¡cuarto periodo como presidente de su país!? Su llegada al poder ocurrió en el 2006 y de ahí en adelante se reeligió dos veces más: en el 2009 y en el 2014.
El pasado 20 de octubre “ganó” la elección presidencial con el 47 por ciento de los votos en un proceso por demás cuestionado.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) determinó que la elección boliviana tuvo “claras manipulaciones” al tiempo que miembros de partidos oposición y ciudadanos salieron a las calles a protestar furiosamente.
Ante el estado de ingobernabilidad que se vivía, el Ejército de Bolivia pidió a Evo Morales que dimitiera y se convocara a nuevas elecciones.
El mandatario de izquierda y extracción indígena atendió el exhorto militar y dejó el pasado domingo el poder en medio de una crisis política y social impresionante.
Ahora México le tiende la mano a un político que se enfilaba a convertirse en un dictador latinoamericano más al estilo de Nicolás Maduro en Venezuela, los Castro en Cuba y Daniel Ortega en Nicaragua.
Las críticas le han llovido al régimen morenista porque además de este asilo exprés y a domicilio el boliviano fue recogido por un avión de la Fuerza Aérea Mexicana como si en aquel país no existieran líneas comerciales que puedan traerlo a México.
Pero mientras esto ocurre en las altas esferas, los temas candentes del momento se han marginado. ?Sobre la masacre de la familia LeBarón las noticias son vagas y escuetas. Aseguró el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, que ya hay detenidos en torno al caso, pero las fiscalías de Sonora y la Federal no han confirmado la versión.
El canciller Ebrard, quien por cierto ya parece vicepresidente, afirma que el FBI participará en la investigación a solicitud del gobierno. Sin embargo, a los agentes de la agencia norteamericana no se les permitirá portar armas ni realizar pesquisas por su cuenta, es decir siempre tendrán que estar acompañados por colegas mexicanos.
El nombramiento irregular de la nueva titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, es otro escándalo que no ha llegado a su final.
La señora Piedra no alcanzó en el Senado las dos terceras partes de los votos necesarios para ocupar tal cargo, sin embargo los morenistas se empeñan en encumbrarla pésele a quien le pese.
Con este ritmo de problemas será muy difícil que el gobierno de López Obrador avance y consiga los resultados esperados.
Lo cierto es que el régimen morenista sacó el cobre al situarse como el gran redentor de Evo Morales. La pregunta final es obligada: ¿por qué fue México y no Venezuela ni tampoco Cuba quién le brindó asilo a Evo?
Noticias finales…
En unos cuantos días se complicó el clima de seguridad en Sonora: primero fue el hallazgo de osamentas en las cercanías de Puerto Peñasco que ya suman 54. Días después fue la ejecución de tres mujeres y seis niños en la región de Bavispe con amplia repercusión nacional e internacional. Y para concluir el alevoso asesinato de la historiadora Raquel Padilla Ramos, ocurrido el fin de semana en la comunidad de El Sauz, en el municipio de Ures… ¿Alguien recuerda cuando el pasado mes de enero el gobierno mexicano dijo que mantendría su política de no intervención en el conflicto político que vivió Venezuela? Pero ahora denuncia un golpe de estado en Bolivia y sin consulta alguna con el Congreso y los sectores mexicanos decide brindarle asilo al cuestionado Evo Morales y traerlo a México en calidad de héroe. Sólo falta que AMLO lo presente en la mañanera y le otorgue una beca para que viva del erario mexicano.
