¿Y aquél de la calle Garmendia?

El autor es escritor e historiador.

Sin lugar a dudas, una de las principales avenidas de nuestra cálida ciudad hermosillense es la calle Garmendia, ubicada en el centro de la ciudad.

Día tras día, miles de automovilistas atraviesan dicha avenida, y en algunos casos llegan a preguntarse acerca de aquel personaje, ¿qué habrá hecho o quién habrá sido para que se mereciera un espacio en nuestro mapa?

Gustavo Garmendia nació en el estado de Oaxaca en agosto de 1881, fue un “valiente militar”, al menos así lo hace recordar el historiador Aldo Roberto Rivero.

Fue un gran amigo de Francisco I. Madero, pues lo defendió y estuvo a su lado cuando sus más íntimos amigos lo habían traicionado.

Ocupó el cargo de Oficial en el Estado Mayor Presidencial de Don Francisco I. Madero en dos ocasiones, la primera de noviembre de 1911 al 9 de octubre de 1912 y la segunda en febrero de 1913.

La tarde del 18 de febrero de 1913, mientras asesinaban a Madero y a Pino Suárez, Garmendia logró huir del lugar de los hechos y refugiarse en una casa ubicada en Tacubaya.

Posteriormente, se quemó el rostro, esto con el fin de no ser reconocido por el Gobierno de Victoriano Huerta, se disfrazó de polizón y huyó al norte del país.

Una vez escondido en el norte, se unió a las tropas del General Álvaro Obregón, combatiendo a Don Victoriano Huerta.

El 12 de noviembre de 1913, durante el asalto y toma de Culiacán, Garmendia fue herido de bala, desangrándose y falleciendo ese mismo día.

Al tiempo, en diciembre de 1916 el entonces Presidente Venustiano Carranza ordenó que trasladaran sus restos al Panteón Francés de la Ciudad de México, donde se encuentran hasta el día de hoy.

Fuente: Libro “Bulevares y Calles Hermosillenses ¿Quiénes son?”, 2019.

El autor es escritor e historiador.

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