¿Qué sí tienes? No es lo mismo comparación, que inspiración
El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y Life Coach en SB3.
¿Has sentido que te falta algo para poder salir adelante y ser feliz?
¿Te has topado con algo que parece la solución indicada y, cuando la llevas a cabo, sientes que te sirvió un poco, pero la situación sigue igual?
En lo que te enfocas se expande, y en lo que no, se debilita por falta de atención.
Si te enfocas en lo que no tienes, siempre encontrarás cosas que te faltan.
Un día escucharás que alguien cambió de look y se sintió bien, y pensarás que eso es lo que te hace falta.
Una vez que cambies de look y veas que te sigues sintiendo igual, quizás después escucharás que alguien leyó un libro y encontró eso que le faltaba, y querrás leer ese libro.
Una vez que lo hayas leído y veas que todo sigue igual, quizás escuches que existen seminarios donde te hacen caminar sobre brasas para superar tus miedos y sentirte libre, así que decidirás ir a caminar en las brasas.
Una vez que lo hagas y se pase la euforia del momento, y veas que sigues donde mismo, quizás escuches de alguien que estaba en una situación parecida a la tuya, se cambió de religión y su vida mejoró, y tal vez hasta consideres cambiar de “Dios”.
Es un proceso que no tiene fin.
No digo que leer libros o asistir a cursos no sirva, yo soy escritor y también doy cursos, ¡no voy a escupir para arriba!
Lo que quiero decirte es que si nuestro enfoque está en encontrar lo que nos falta para ser felices, siempre encontraremos más cosas: cada vez que voltees a tu alrededor o abras tus redes sociales verás a personas quizás con mejor cuerpo, mejor casa, mejor carro, más viajes, más compras, etc., te empezarás a comparar, sentirás frustración, y probablemente hasta envidia.
Lo bueno es que también funciona a la inversa, si nos enfocamos en lo que sí tenemos para ser felices, cada vez encontraremos más y más cosas.
Una vez que lo haces y eres consciente de todo lo que sí tienes, podrás voltear alrededor y/o a tus redes sociales, y puedes seguir deseando lo que ves (no es malo querer más y mejores cosas), pero te darás cuenta de que ahora en lugar de compararte y sentir envidia, te inspiras, tu motivación aumenta, ¡y te sientes mejor!
Ah, ¿no crees que esto del enfoque pueda funcionar?
Te reto a que hagas lo siguiente:
Dile a alguien que cierre los ojos y que cuando los abra tendrá 5 segundos para encontrar todas las cosas color café que pueda, y que después cierre los ojos de nuevo.
Cuando los cierre pregúntale por todas las cosas que encontró de color verde, y difícilmente podrá mencionar alguna.
Eso no significa que lo verde haya desaparecido, pero al tener su enfoque en lo café, lo verde pasa desapercibido.
Lo mismo sucede cuando te enfocas en lo que te falta, o cuando te enfocas en lo que sí tienes.
La ventaja es que tú decides qué ver.
El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y Life Coach en SB3.
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