¿Qué por qué migran?

La autora es coordinadora del Seminario Niñez Migrante de El Colegio de Sonora.

Las condiciones sociales, culturales y económicas en Centroamérica son graves especialmente en Honduras. Esta situación genera un achicamiento en el futuro de niños, niñas y adolescentes del país. Un estudio realizado por el Observatorio de la Educación Nacional e Internacional de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán en San Pedro Sula indica que un millón 132 mil niños, niñas y adolescentes entre 3 y 17 años de edad están fuera del sistema educativo, aproximadamente el 38.9% de la población en edad escolar de Honduras.

El estudio informa también que un porcentaje importante de estudiantes que sí están en la escuela comentaron sus deseos de salirse por motivos que van desde la necesidad de trabajar, falta de recursos económicos en la familia, piensan irse del país, y no tener interés para estudiar.

En una visita a San Pedro Sula tuvimos la oportunidad de visitar un centro escolar de nivel medio superior, ahí platicamos con algunos estudiantes que fueron repatriados desde Monterrey en su intento de llegar a Estados Unidos. Los jóvenes comentaron que sus padres les habían dado permiso para irse pues temían por su seguridad y que grupos como la Mara Salvatrucha los integrara a sus actividades delictivas. También conversamos en la escuela con un par de madres de familia las cuales manifestaron que es muy común las conversaciones en los hogares de la necesidad de migrar para trabajar.

La deserción escolar va en aumento en Honduras. Datos de la investigación del Observatorio también indican que en el año 2015 hubo 47,813 niños, niñas y adolescentes que desertaron del sistema educativo esta cifra se duplicó en el 2019 con 87,379 deserciones.

Por otra parte, el Observatorio de las Migraciones Internacionales de Honduras informó que 63 de cada 100 estudiantes del último año de secundaria piensan migrar hacia Estados Unidos después de graduarse.

¿Qué por qué migran? Las respuestas las podemos intuir con estos datos, las podemos observar en las caras de los niños y adolescentes que han llegado a Hermosillo. Las podemos sentir en las conversaciones con los padres de familia centroamericanos que expresan la incertidumbre que viven en sus países de origen. No están de paseo, los factores de expulsión son graves, avanzan en forma de caravana para protegerse del crimen organizado. Encuentran el muro en México y son contenidos por la Guardia Nacional.  En la historia moral de México quedará plasmada la violación al derecho interamericano del libre tránsito.

La autora es coordinadora del Seminario Niñez Migrante de El Colegio de Sonora.

gvaldez@colson.edu.mx