Políticas educativas pospandemia

El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador

Los impactos adversos de la pandemia están poniendo en jaque a la mayoría de los gobiernos en el mundo, dejándoles una serie de problemáticas sanitarias, económicas, sociales y educativas, pero ,¿qué necesitan para afrontar y asumir los retos en los escenarios pospandémicos?

El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó el Índice de Tensión Social Reportada (RSUI, por sus siglas en inglés) en el más reciente estudio técnico del organismo, el cual destaca en promedio, que los países con epidemias más graves y frecuentes también experimentan mayores tensiones sociales, que se podrían agudizar ante los problemas latentes, como la falta de confianza en las instituciones, una gestión de Gobierno deficiente,pobreza y desigualdad.

El riesgo de tensión social es una realidad tras la pandemia, por lo tanto,¿cuál será la operación cicatriz para reconstruir el tejido social y productivode los países?, ¿cómo disipar el malestar de la

sociedad y cuáles deben ser las políticas educativas encaminadas a mejorar la crisis del aprendizaje?

El Banco Mundial estima que las pérdidas de aprendizaje, aunado a las altas tasas de deserción, serán que la actual generación de estudiantes podría perder aproximadamente 10 billones de  dólares estadounidenses por concepto de ingresos, o casi el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

El organismo mundial prevé que los impactos estimados de la pandemia por cada 100 niños en países de ingreso bajo y mediano serán:

1) 53 niños sufrían pobreza de aprendizaje antes de la crisis sanitaria, de los cuales 9 están privados de escolarización y 44 no tenía la oportunidad de instruirse; y

2) 63 infantes sufrirán la crisis de aprender después del Covid-19, es decir, un incremento de 10% tras el problema sanitario mundial.

Los equipos del Banco Mundial proponen a los países una serie de actuaciones como respuesta a los impactos adversos de la pandemia en el sector educativo: 1) Enfrentar la pandemia mientras las escuelas están cerradas, por medio de: a) proteger la salud, la seguridad y la nutrición; b) evitar la pérdida de aprendizaje mediante modelos a distancia, y c) aprovechar la educación terciaria

o superior, como apoyo académico al sistema básico.

2) Gestionar la continuidad a medida que las escuelas reabran: a) evitar el aumento de deserciones; b)proteger la salud y la seguridad en la escuela; c) prepararse para reaperturas escalonadas y parciales; d) preparar a los docentes para evaluar las pérdidas del aprendizaje y reducir las deficiencias en el aprendizaje, y e) proporcionar financiamiento adecuado para cubrir lo que se

necesite para la recuperación en especial en el caso de los estudiantes vulnerables.

3) Mejora y aceleración durante todo el ciclo, aprovechar las oportunidades para perfeccionar el sistema a largo plazo: a) implementar enfoques eficientes de respuesta ante la pandemia, por ejemplo, incorporar el aprendizaje a distancia, enseñar al nivel correcto, hacer un seguimiento de los estudiantes en riesgo para evitar la deserción escolar); b) concentrarse en reconstruir mejores

sistemas educativos, y c) proteger y mejorar el financiamiento para la educación.

El Banco Mundial considera relevante y urgente que los países diseñen un política educativa equitativa, eficaz y resiliente, por lo que deben centrar la atención en: 1) eliminar la brecha digital; 2) invertir en el desarrollo profesional de los maestros y utilizar la tecnología educativa multimodal para mejorar su labor;3) los padres desempeñan un papel fundamental en la educación de sus hijos y necesitan apoyoen este ámbito,y 4) los sistemas resilientes requieren mejores condiciones educativas en el hogar, dispositivos, conectividad y libros.

En conclusión, para reconstruir paulatinamente el tejido social y productivo es necesario enfocar los esfuerzos en: 1) coordinación internacional para superar la crisis de aprendizaje; 2)políticas de

inversión en infraestructura para mejorar la tecnología educativa, y 3) aplicar modelos de competencias personales, profesionales y sociales para vivir y trabajar en la era pospandemia.

El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora. Presidente del Colegio de Economistas de Sonora, A.C.

@EspejelJoel/joel.espejel@unison.mx