Planeación estratégica en las organizaciones

Inicia un nuevo año y se abren nuevos ciclos, personales, laborales, contractuales, organizacionales, etcétera. En el terreno organizacional, es normalmente una época en la que se hace un balance, al menos fiscal y financiero, para saber cómo nos fue el año anterior y se hace la planeación del siguiente año y en muchas ocasiones se define el rumbo en un plazo más extendido, típicamente 5 a 10 años. La planeación mayor cada 3 ó 5 años y la anual, para ajuste de metas y prioridades cada año.

Esta planeación estratégica ocurre formal o informalmente y es una herramienta obligatoria de alineación en los esfuerzos de organización hacia sus diferentes metas, cuando se hace de manera formal, se convierte además en una oportunidad de integración para todo el equipo directivo y gerencial y en la base para la definición de los objetivos que podrán luego convertirse en base para un esquema de incentivos.

Para una productiva sesión o sesiones de planeación, se recomienda:

Dar espacio y tiempo para la planeación, se debe buscar un periodo al final o al inicio del año en el que la carga de trabajo lo permita, y el personal pueda hacer uso mayormente de tiempo hábil para esta actividad, el mensaje es negativo y el estado de ánimo también, cuando se cita al personal sólo en tiempo extraordinario para estas tareas.

Implementar dinámicas de participación de todo el equipo, para evitar las reuniones de planeación que terminan en monólogos o dictadura, se recomienda el trabajo en grupos, exposición de ideas, votaciones, concursos y de ser posible hasta la celebración del cierre de la estrategia, sin duda, todo esto refuerza el sentido de pertenencia tanto de la estrategia como de los resultados.

Permitir que fluya la creatividad, aprovechar las posiciones de liderazgo para establecer los objetivos, y que el resto del equipo que participa en la dinámica proponga las estrategias para lograrlos; el rol de dirección será validar factibilidad y alineación de la propuesta, de ser posible retroalimentando al equipo de su calificación.

Empezar por el plan financiero. una vez definidas visión y misión, estaremos listos para empezar; la columna vertebral de cualquier planeación estratégica debe de tener como base un análisis financiero y una definición de objetivos entre los que pueden estar objetivos alrededor de: incremento de margen, diferente mezcla de productos, rotación de inventario, recuperación de cartera, captación de nuevos segmentos de mercado, etc. Con esta base se pueden diseñar las estrategias comerciales adecuadas y sobre todo alineadas, que han de complementarse con las tareas del resto de la organización. (operación, administración, logística, compras, etc.)

Centrar la estrategia en la persona. Es muy importante determinar los valores de la organización y que estos se reflejen en los objetivos de la planeación y durante la misma, los más comunes: respeto, honestidad, verdad, puntualidad, solidaridad, disciplina, austeridad.

El resultado final de este ejercicio es contar con una visión compartida de lo que debe de ser el futuro de la organización, plasmado en un plan con objetivos realizables y metas alcanzables, en el cual participen todas las áreas y que tenga un seguimiento periódico a lo largo del año, al final del cual, podremos medir el avance y repetir el ejercicio para el siguiente periodo. ¡Hasta la próxima!

El autor es consultor empresarial, coach directivo, capacitador internacional.

Correo: eduardo.estrada@3tcconsulting.com