Planea con disciplina, no con motivación
Campeón Nacional y Centroamericano de Natación en los 90’s. Entrenador actual de natación y crossfit.
Hablando meramente de hábitos saludables, aunque se puede aplicar en otras áreas, el reconocer en dónde estás, tus debilidades y aceptar el reto de hacer cambios es muy importante para lograr esos hábitos saludables que queremos incorporar a nuestra vida diaria.
Muchos de nosotros somos fácilmente motivados.
Vemos una película, leemos un libro, nos cuentan una historia, vemos una publicación de Facebook que nos llega y queremos conquistar al mundo.
¿Cuántos de nosotros no salíamos de ver Rocky sintiendo que podíamos vencer a quien se pusiera enfrente o subir corriendo cualquier cantidad de escaleras?
Debo aceptar que aún me pasa y personalmente tengo mi lista de películas que uso para motivarme ya sea para una competencia o alguna actividad que tenga.
Esos factores motivantes son muy buenos, pero hay que saber reconocer el uso que se le debe de dar a ellos.
Hablando de la salud, muchos aprovechamos estos lapsos de hipermotivación para hacer cambios radicales (muchas veces necesarios) hacia una vida saludable.
El tener y encontrar fácilmente estos lapsos de motivación son muy buenos, pero generalmente no nos dan una mente clara y fría para trazar planes reales.
Cuando nos hipermotivamos, queremos dar pasos gigantes hacia la meta y justamente esos pasos son los que en su mayoría nos pueden acomodar para el fracaso.
La motivación es buena, pero debemos de aceptar que no estaremos motivados el 100% del tiempo y cuando eso sucede entra la famosa disciplina a tomar el control.
A diferencia de la motivación, que se puede adquirir de un minuto a otro, la disciplina es algo que se debe de trabajar constante y de manera progresiva.
Cuando hacemos planes basándonos en la motivación y no en la disciplina real, los pasos a seguir son tan difíciles de mantener que terminamos abandonando el objetivo.
Por ejemplo, hay personas que no les gusta hacer ejercicio, no les gusta despertarse temprano, son muy friolentas y les gusta comer mucho.
Estas personas tienen esos lapsos de hipermotivación y quieren “el lunes” empezar a hacer 2 horas de ejercicio, a las 5:00 de la mañana en invierno y empezar la dieta el mismo día.
Quieren empezar a comer saludable y pasar de comer 5,000 calorías diarias casi meramente basadas en carbohidratos a comer 10,000 calorías diarias basando su dieta en plantas.
Estas personas (en su gran mayoría) podrán hacer esto por muy poco tiempo para después regresar a sus viejos hábitos.
Empezar tus planes con obstáculos sólo hace que acomodes todo de mejor forma para el fracaso.
El hacer los planes realistas reconociendo tus virtudes, debilidades y el nivel de disciplina que uno tiene nos hace crear planes realistas con pasos chicos, pero con menor nivel de riesgo y probabilidad de fracaso.
Si tomamos el mismo ejemplo, pero hacemos un plan inteligente y realista lo ideal para esta persona sería empezar a ir al gimnasio una hora en las tardes ya que si es invierno no sólo seguirá durmiendo lo que acostumbra, pero tampoco sufrirá mucho frío.
También puede reducir de poco a poco la cantidad de calorías que come probablemente eliminando pocas cosas de su dieta actual.
Ya después que esta persona adquiera la disciplina y el hábito de ir al gimnasio en un futuro ya puede intentar despertarse temprano para acudir a ese lugar, agregar tiempo al entrenamiento, de poco a poco aumentar su intensidad del ejercicio y ajustarse a una dieta un poco más estricta siempre y cuando sea algo que pueda hacer.
El hacer estos planes reales a pasos cortos le dará a esta persona más probabilidades de crear el hábito que busca, ya que su plan incluirá menos obstáculos personales.
Si quieres empezar tu camino hacia nuevos hábitos saludables te invito a hacer una lista de las cosas que te impiden empezar.
En la lista incluye debilidades o disgustos que tengas, agrega también virtudes y habilidades que puedas tener.
Sé realista, primero que nada y apunta todo lo que te sirva para primero saber a dónde quieres llegar y después empieza trazando esos pasos cortos hacia tu objetivo.
Estos pasos cortos serán los que nos darán la disciplina necesaria para seguir adelante cuando no podamos ver a Rocky subiendo los escalones del museo de arte de Filadelfia con toda la ciudad apoyándolo para vencer a Apolo Creed.