Para sentir menos culpa por gastar, ¿debo gastar más?
El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y Life Coach en SB3.
¿Alguna vez has comprado algo, te has salido de tu presupuesto y al ratito sientes remordimiento de conciencia?
Te tengo dos noticias:
1.- Los vendedores lo saben; 2.- Para hacerte sentir menos culpa, ¡harán que gastes más!
Sé que suena muy extraño, pero déjame explicarte algo.
Hasta la persona más analítica gasta por emoción.
Si tú no eres una persona muy analítica, con más razón.
Si analizamos las dos “noticias” que compartí contigo, sabremos que la #1 es muy lógica, y creeremos que la #2 no puede ser posible.
Pero a las emociones no les interesa la lógica.
Cuando la emoción sube, la inteligencia baja y, cuando la inteligencia baja, nos hace encontrar lógica hasta en cosas ilógicas.
Tan ilógicas como que gastar más es la solución a nuestro remordimiento por haber gastado de más.
Imagina el siguiente escenario: Quieres entrar al gimnasio, pero estás con tus cuentas muy ajustadas, y pagar $500 en una membresía te sacará de tu presupuesto.
Tienes un conflicto interno entre tus ganas de ir al gimnasio, y tus ganas de no salirte de tu presupuesto.
Supongamos que ganaron tus ganas de ir al gym, así que decides pagar tu membresía.
Sales del gym con un remordimiento de conciencia enorme, e inconscientemente te preguntas si habrás hecho lo correcto.
Tu sentimiento de culpa por haberte salido del presupuesto te hace pensar que quizás no, ya que ahora tendrás que gastar más gasolina en trasladarte al gym.
Tu sentimiento de culpa aumenta y quizás ahora pienses cosas como: pero si no tengo tenis ni ropa deportiva, aparte si quiero que me haga efecto tengo que comprar una proteína, ¿y cómo voy a ir al gym si no tengo un Apple Watch?
Por lo que, para justificar los $500 que te excediste de tu presupuesto, terminas comprando un montón de cosas más, que lógicamente te sacan más del presupuesto y deberían hacerte sentir más remordimiento, pero emocionalmente te hacen sentir que entrar al gym fue la decisión adecuada.
¿Capichi?
Entre vendedores se dice que la segunda compra es más fácil que la primera.
Lo difícil es hacer que el cliente abra su cartera, pero una vez que lo hace, hará más compras para justificar la primera, que incluso pueden ser compras más grandes que la compra que quieren justificar.
Por eso a veces entramos a una tienda “sólo a ver”, y terminamos gastando toda la quincena.
También por eso al comprar un carro la pensamos un montón y queremos la opción más económica, pero una vez que decidimos comprar, le metemos todos los accesorios y cuánta cosa nos ofrecen con tal de asegurarnos de haber tomado la mejor decisión.
¿No te parece fascinante?
Si eres vendedor, ahora puedes aplicar esta técnica y aumentar tus ventas.
Si eres cliente, ahora puedes cuidarte de esta técnica, y de ti mismo(a).
El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y Life Coach en SB3.
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