Padres… alguien los necesita

El autor es comunicólogo y creador de contenido independiente.

Si en la vida tuviera una sola oportunidad de decirle algo a todos los padres y madres del mundo, les diría esto:

“Alguien los necesita, con urgencia, alguien que vive bajo su propio techo, duerme en la cama que le compraste y come de la comida de tu alacena, alguien a quien ves muy seguido, pero no lo escuchas lo suficiente”.

Quizá no lo has oído de su boca, pero su alma grita afónica “¡te necesito, papá!”, ¡Te necesito, mamá!”, “Papá, si tan sólo me dieras un abrazo!”, “Mamá, tengo un problema y necesito un consejo”.

“Papá, sé que trabajas para darme lo mejor, pero yo no quiero lo mejor, te quiero a ti, las cosas que me das no me llenan, lo que me llena es el tiempo que puedas darme”.

Padres y madres, la generación de sus hijos (centennials) es la generación que cuenta con una tecnología que facilita todo en la vida, pero es la generación más estresada de la historia, tal generación está conectada con todo el mundo gracias al Internet y a su celular, sin embargo, es la generación que más sola se siente.

La depresión y los suicidios van en aumento y no podemos quedarnos de brazos cruzados.

A mis 28 años aún no tengo la dicha de ser padre, no obstante, he trabajado diversos años de forma directa con la juventud actual, inspirándolos, desafiándolos, y escuchando sus necesidades, labor que me ha permitido conocer lo que piensan sus hijos y las necesidades que hay en su corazón.

Lo que los hijos escuchan en sus casas de parte de sus padres determinará gran parte de su vida.

La casa de un joven o adolescente tiene que ser el refugio de los problemas que enfrente afuera, y no al revés; su hogar tiene que ser ese lugar seguro donde sea afirmado, no donde sus dudas sobre su valor se agranden.

Todo se resume en esto: ¿qué tan cercano de ti está el corazón de tu hijo?

Toda palabra es vana, toda regla es insignificante y todo consejo es hueco si el corazón del hijo no está cerca del corazón del padre; hoy que todo es virtual y “touch”, más que nunca se valoran los abrazos y las demostraciones de amor, así que abraza y ama tan fuerte a tu hijo que tenga la certeza de que lo amas, y no la duda de si lo amas o no.

El amor de padre va más allá de darles a tus hijos todo lo que quieran, lo material no va a llenarles el corazón, al contrario, les hará más grande el vacío, por eso, regálales aquello que no se puede comprar: tiempo, atención y amor incondicional.

El autor es comunicólogo y creador de contenido independiente.

FB: Efrén Adrián - IG: Efrenadriansf