Mete el cochi, la vaca y las gallinas

El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y Life Coach en SB3.

“En lo que te enfocas se expande”.

Muchas veces nos es difícil valorar todo lo que tenemos por enfocarnos en lo poco que nos falta.

Buscamos la perfección, que ya de por sí no existe, y para colmo la buscamos enfocándonos en las imperfecciones.

Esas imperfecciones atrapan toda nuestra atención, y no nos permiten ver todo lo bueno que tenemos.

Si tenemos un problema, solemos enfocarnos en ese problema e ignorar que tenemos salud, un techo para vivir, familia, etcétera.

A veces sólo en la ausencia logramos valorar lo que teníamos.

Para dejarlo más claro, te compartiré una historia que escuché hace algunos años.

Cuentan que un día un hombre fue hasta su rabino y le dijo: Rabino, tiene que ayudarme, mi casa es un desastre.

Vivimos en una habitación mi mujer, mis hijos, mis cuñados y yo, no hay espacio para todos, ¡es un infierno!

El rabino sonrió y le dijo: Está bien, yo te puedo ayudar, pero debes prometerme hacer lo que te diga.

- Lo prometo.

- ¿Cuántos animales tienes?

- Una vaca, un cerdo y seis gallinas.

- Bien, entonces mete todos los animales al cuarto y vuelve dentro de una semana.

El hombre no lo podía creer, pero lo había prometido.

Entonces volvió a su casa deprimido y llevó a los animales dentro de la habitación.

A la semana siguiente volvió desconsolado y dijo al rabino:

Estoy enloqueciendo, me voy a terminar infartando, ¡ayúdeme!

Y el rabino respondió:

Vuelve a tu casa y saca los animales y dentro de una semana ven a verme.

A la semana siguiente le dijo:

Rabino, la casa es una maravilla, tan limpia, ¡es un paraíso!

¿Te das cuenta?

La situación es la misma que dos semanas antes, sólo cambió su enfoque, y el lugar que antes parecía un infierno, ahora parece un paraíso.

Y no estoy diciendo que seamos conformistas.

Estoy diciendo que podemos agradecer por todo lo que tenemos, mientras logramos todo lo que deseamos.

De hecho eso te coloca en una posición de ventaja.

Imagina que la persona de la historia tiene metas ambiciosas, ¿en qué estado emocional crees que esté en mejor posición para lograr sus metas?

¿En la primera que sentía que vivía en un infierno, tenía mentalidad de escasez y no sabía qué hacer?

¿O en la segunda que se sentía agradecido, tenía mentalidad de abundancia y que podía pensar con mayor claridad?

Quizás una de tus metas sea tener millones en el banco, pero te frustra la idea de no tenerlos.

Tu atención está en ello, y te sientes como la persona de la historia en el primer escenario.

Pero también podrías agradecer porque tienes dinero para cubrir lo básico, e incluso más.

No te conozco, pero si estás leyendo esta nota es porque ya cubriste lo básico y todavía te sobró para pagar por un periódico, o por el servicio de Internet.

No esperes a que entren animales a tu vida para empezar a valorar.

El autor es escritor, capacitador, networker, conferencista y Life Coach en SB3.

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