Lo que no quiero saber de las adicciones

La autora es directora General Alpha y Aurora Adicciones.

La cruda realidad, aunque mucho rechacen esto que les diré, pero la causa número uno de que nuestros hijos se droguen, somos nosotros, los padres.

¿Y por qué yo?, los grandes psicólogos afirman que la forma en que eduquemos a nuestros hijos de los 0 a los 8 años, es lo que va a demostrar la forma en que se comporten en su adolescencia junto con las decisiones que ellos comiencen a tomar.

No existe el padre perfecto, eso nos da un pequeño alivio sobre los párrafos anteriores, pero sí es nuestra entera responsabilidad estarnos informando sobre la educación, sobre la prevención de los problemas de la adolescencia y sobre todo trabajar con nosotros emocionalmente, porque si no estamos bien, estables, esto no nos permitirá ver con antelación los errores que estamos cometiendo, y hasta que no tengamos el problema desbordándose vamos a preguntarnos qué hicimos mal.

Hay un mal que es muy común en todos los padres de familia con hijos adictos, y es la soberbia; la soberbia se disfraza de poder, autoridad, incluso de sumisión, conformismo, pero lo que en realidad es, es una venda en los ojos que no nos permite ver nuestros errores.

Hay tanta información en redes sociales, televisión, instituciones educativas, etcétera, sobre los focos rojos que no debemos permitir en nuestros hijos, y siendo personas conscientes hacemos a un lado eso; por ejemplo, nos advierten mucho sobre los videojuegos, los tiempos que pasan frente al celular, sobre los comportamientos, y aun así no somos capaces de poner un límite, ¿por qué?, por comodidad, por justificar ciertas conductas con decir “mis hijos no son vagos”.

Ya no se ocupa andar en la calle para que sean víctimas de delitos, afecciones emocionales.

Otro común denominador actual es que nuestros hijos nos ganan y nosotros no tenemos ni las ganas ni la firmeza ni la autoridad para ponerles límites, pero cuando se pasan de la raya actuamos con violencia.

¿Por qué?

Si tuviste todo un sinfín de alertas, de focos rojos que tus hijos estaban proyectando y no quisiste darte cuenta, no quisiste actuar a tiempo, no quisiste prevenir y al final explota la bomba y no sabes qué hacer.

Papás, la vida no es fácil, ser padres mucho menos, pero es nuestro deber moral y responsabilidad su formación.

Mi intención no es hacerlos sentir culpables, pero sí que tomen las riendas cuanto antes, es muy triste ver día a día en nuestras instituciones de adicciones a jóvenes perdidos, con secuelas físicas, cognitivas y sobre todo emocionales.

Y va un consejo sabio, jamás pienses: “a mí no me va a pasar”.

Disciplina a tus hijos y te darán tranquilidad de espíritu y alegrarán tu corazón.

La autora es directora General Alpha y Aurora Adicciones