Liderazgo: Ser humilde
El autor es ingeniero en Sistemas Electrónicos por el Itesm, catedrático de la misma institución.
En alguna ocasión leí sobre Don Keough, expresidente de Coca-Cola, quien a pesar de su responsabilidad y posición la gente cercana lo definía como un hombre exigente, pero sumamente humilde.
Un día, él y su gerente general participaban en un gran evento de inauguración y se encontraban en un restaurante donde sus bebidas eran por exclusividad las que se ofrecían dentro del mismo.
En ese momento se animó a poner el uniforme de empleado, conocer la dinámica y atender a los clientes, por lo que su tarea consistió en apoyar sirviendo las bebidas.
Después de hacerlo durante aproximadamente dos horas llenando los vasos con hielo y la soda, mencionan que se volvió hacia una de sus empleadas que estaba a su lado y le preguntó:
¿Qué tal lo estoy haciendo?
Bueno, estimado señor Keough -dijo ella-, usted es un hombre muy agradable, pero la verdad es que es un tanto lento llenando los vasos, nos hemos atrasado un poco y tampoco lo vi sonreír como nos lo solicitan.
Al escucharla el gerente general se puso muy nervioso, pero la reacción del, en ese entonces presidente de una gran compañía, fue sencillamente y con gran humor agradecerle el comentario junto con un gran abrazo que luego se convirtió en una tarjeta que envió días después a esa empleada y decía:
“Muchas gracias por permitirme valorar el gran trabajo y habilidad que cada uno de ustedes realiza día a día para atender con calidez a nuestros clientes”.
Sin duda después de ese comentario, sólo una persona con esa posición, además del nivel de humildad, habría actuado, apreciado y admirado de esa manera las buenas cualidades e intenciones de su colaboradora como lo hizo el señor Keough.
Esta historia siempre me ha hecho reflexionar, y te invito a que también lo hagas; me pregunto:
¿Y yo qué hubiera hecho ante ese comentario si fuera el presidente, dueño, jefe o gerente general?
Cada uno de nosotros podemos tener y decir una respuesta diferente, pero sería interesante identificar, además analizar, nuestro actuar cuando tengamos una situación similar, ¿no crees?
La humildad debe ser la base de las cualidades más importantes que cualquier líder, e incluso persona, debe tener.
Los líderes que quieren lograr el máximo de su equipo pueden iniciar desarrollando y exigiendo de manera genuina, con humildad y confianza, a su personal.
La humildad tiene que ver más con lo que haces que con lo que eres, debemos olvidar ser de esos líderes que hacen a todos los demás sentirse pequeños y transformarnos por contar con esa verdadera grandeza que consiste en hacer que todos se sientan importantes (Charles Dickens).
Todo líder, y espero cada vez seamos más de manera intencional, deben tener como principal cualidad el “ser humildes”, aunque la mayoría de las veces sea la que dejemos al último o ni siquiera la tengamos presente.
La humildad es una cualidad indispensable para todos aquéllos que aspiran a ser y trascender como “grandes líderes”, pero también como “¡grandes personas!”.
“Un gran hombre siempre está dispuesto a ser humilde y pequeño…”
Ralph Waldo Emerson