Liderazgo: Forjar el carácter

En este tiempo de graduaciones, y cuando tuve la oportunidad de participar, además de apoyar en muchas de ellas, me vienen a la mente esos gratos recuerdos cuando era común que recibiéramos agradecimientos por parte de los padres de familia así como de los mismos graduandos.

Esto se debía a que durante su carrera universitaria complementaban su formación integral participando en actividades cocurriculares como son las deportivas, culturales, de liderazgo, entre otras, e incluso por sus diferentes talentos algunos de ellos gozaban de una beca.

Tengo presente cuando hace ya varios años unos padres de familia se nos acercaron para compartirnos el gran orgullo que sentían en ese momento porque su hijo se había graduado de esa destacada institución privada pero ¿qué era diferente en esta historia?

Joven de una familia humilde y con recursos económicos limitados, un excelente futbolista y sobre todo gran persona.

Tengo presente cuando en un inicio lo observamos en una final de futbol, ya teníamos información de él, y nos sorprendió no sólo su capacidad deportiva sino el liderazgo, determinación y presencia dentro de la cancha que sabíamos lo podría transmitir a la vida estudiantil.

Al final nos acercamos con él y sus padres para platicarle sobre la oportunidad de estudiar la preparatoria con el apoyo de una beca deportiva, por supuesto aceptó y continúo con todo el proceso de admisión logrando ingresar.

El primer semestre no le fue nada fácil, en cuanto a lo académico y adaptación social, e incluso varios profesores nos cuestionaron sobre la decisión de haberlo invitado.

Podría entender los cuestionamientos y problemas que enfrentábamos, definitivamente no fue sencillo por todo lo que tuvimos que enfrentar, pero desde ese entonces, y después de una plática muy profunda, pero amigable que llevamos a cabo con él, hicimos un compromiso que se vio reflejado al terminar su preparatoria hasta ese momento graduándose de una carrera profesional.

Directivos, entrenadores, profesores y compañeros estuvimos muy cerca de él guiándolo, pero lo más importante es que cada día y fin de semestre (sin considerar los torneos nacionales donde siempre destacaba) fue madurando, comprendiendo el esfuerzo qué debía hacer, los retos que enfrentaría y las decisiones que debía tomar.

Logró ser un buen estudiante, generó una autoestima saludable y se convirtió en un líder destacado; así que ese momento cuando se acercaron los padres le pregunté:

“¿Qué diferencia ves del joven que llegó con el que hoy se está graduando?

Su respuesta fue magnífica y la recuerdo con gran cariño además aprendizaje:

“Por supuesto me veo preparado académicamente, pero lo que me mantuvo e hizo llegar hasta aquí fue el carácter que desarrollé”.

Hoy tiene una importante responsabilidad a nivel nacional en una empresa de sistemas.

Desde ese entonces aprendí que forjar el carácter es la suma de todas las experiencias y fortalezas positivas que como líderes nos permite autocontrolarnos y tener eficacia haciendo esa diferencia que nos lleva a enfrentar diversos retos.

Igualmente es importante distinguir que el talento jamás deberá confundirse con carácter.

En el deporte, como en cualquier otra responsabilidad laboral, puedes contar con un jugador talentoso y competitivo, pero si no tiene carácter será difícil que se mantenga en la cima.

El Coach K, de la Universidad de Duke, indica que forjar el carácter es esa habilidad que nos impulsa a continuar intentando con trabajo arduo, confianza, honestidad, integridad y aprendizaje continuo.

“Un carácter fuerte se forma por medio de pensamientos fuertes y nobles…”

Swami Sivananda

El autor es Ingeniero en Sistemas Electrónicos.

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@linas_alex