La saga concluye
El autor es fanático de Star Wars y cinéfilo.
El 25 de mayo de 1977 el mundo leyó por primera vez el mensaje: “Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana…” cuando millones de personas entraron a salas de cine y escucharon esas clásicas notas musicales mientras veían esas letras amarillas surgir por la pantalla. Este fue el día que Star Wars, o como era conocida en ese momento La Guerra de las Galaxias, fue estrenada por primera vez. Y ahora, 42 años más tarde, la saga llega a su fin con el noveno episodio, El Ascenso de Skywalker.
Un problema constante que ha surgido más de una vez para la saga es la aparente teoría de que nadie odia Star Wars (o al menos algunos elementos muy específicos de Star Wars), que sus propios fans. Desafortunadamente, una pequeña, pero muy vocal sección de los fans se ha caracterizado por su efecto negativo en la percepción que muchos tienen acerca de los grupos de fans, sin mencionar que han afectado directamente la vida de muchos de los miembros del elenco y creativos a lo largo de toda la saga.
Desde las duras críticas a los innumerables cambios digitales a la trilogía original, la abundante negativa reacción a las precuelas, y ahora la controversia ante las entregas desde la adquisición por Disney. Pero a pesar de todo, ahora que estamos por finalizar la Saga de Skywalker, es importante reconocer que esto no define la pasión de muchos por la historia, y recordar todo lo positivo que esta ha traído.
A lo largo de sus 4 décadas, la historia de la lucha de los Rebeldes contra el Imperio ha cambiado mucho, pero más allá de eso ha cambiado el mundo del cine. Aunque Lucas no inventó el concepto de las secuelas, fue el primer fenómeno mundial que realmente cautivó a audiencias alrededor del mundo. Millones aplaudieron cuando Luke Skywalker hizo estallar la Estrella de la Muerte. Nadie podía creer lo que escucharon cuando Darth Vader dijo la ya icónica frase de ‘No… Yo soy tu padre’. Y más de uno (o miles) derramaron una lágrima cuando Anakin Skywalker se redimió y murió en los brazos de su hijo. Estos momentos están grabados en la historia colectiva de la cultura pop, que pareciera imposible imaginarnos un momento sin ellos.
Un joven cineasta creó una de las historias más icónicas, imaginativas y alocadas de todos los tiempos, la cual fue rechazada por todos los estudios e incluso cuando se estaba realizando; le dijeron cientos de veces que el filme fracasaría y nadie lo entendería. Y con ello, no sólo demostró que muchos se equivocaron, pero cambió no sólo el cine sino la historia moderna.
Sin importar cuánto conflicto puedan causar sus fans, no se compara con la cantidad de amistades que iniciaron cuando dos niños se dieron cuenta que estaban jugando con X-Wings, las relaciones que comenzaron con un ‘¿También te gusta Star Wars?’, las emociones que se sintieron al inicio de cada nueva trilogía, los pequeños que se convirtieron en ingenieros, astronautas o creadores por alguna vez soñaron en viajar a una galaxia lejana.
Esta semana llega a su fin la historia de una de las sagas más longevas y significativas del cine, pero como un Jedi sabio alguna vez dijo: Nadie nunca nos abandona, en realidad.
El autor es fanático de Star Wars y cinéfilo.