La intervención telefónica en las crisis

La intervención telefónica en las crisis, esta modalidad de atención psicológica, pone a disposición de una persona afectada, servicios profesionales para intervenir oportunamente en su crisis; brinda herramientas para reconocer en ella una oportunidad de crecimiento y encontrar nuevo sentido a su vida.

La atención es con base en la Técnica de Primeros Auxilios Psicológicos, es una ayuda breve e inmediata para apoyo y rescate de la persona para restablecer su estabilidad emocional y facilitarle las condiciones de un continuo equilibrio personal.

El Centro de Atención Telefónica de Intervención en Crisis (Catic) arriba a su cuarto aniversario afrontando grandes retos, reconoce en la crisis una gran oportunidad de apoyo a la población para recuperar la estabilidad emocional y la salud mental, fuertemente afectadas durante la pandemia de Covid-19, la cual no sólo ha representado una amenaza para la salud física, sino que también ha impactado fuertemente la salud mental.

Las medidas tomadas por las autoridades para la prevención, control, combate y erradicación del virus SARS-CoV-2, han representado factores de riesgo para la salud mental y pueden llevar a que, reacciones normales como el miedo, la preocupación o la tristeza, puedan convertirse en graves e incapacitantes y desembocar en crisis psicológicas.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la respuesta en salud mental y apoyo psicosocial para la Covid-19 debe tener como objetivo reducir el sufrimiento y mejorar la salud mental y el bienestar psicosocial de las personas afectadas; de no hacerlo puede resultar en una epidemia silenciosa, causar graves daños a las personas, la sociedad y la economía.

Catic ha constatado que conforme ha avanzado la pandemia, las personas se han visto afectadas de diferente manera y sus necesidades de apoyo también han cambiado.

Al inicio del confinamiento sanitario, las personas experimentaban pánico y algunos síntomas relacionados con el estrés, al paso del tiempo sus síntomas variaron prevaleciendo la ansiedad, la depresión, la desesperación y el miedo.

Como resultado del mismo confinamiento, aquellas personas que ya cursaban alguna enfermedad mental acentuaron sus síntomas y para algunas dio paso a conductas violentas, consumo de sustancias, autolesiones e ideación suicida, entre otros.

Al mismo tiempo, el dolor del duelo por la pérdida de familiares y amigos empezó a ser un pesado lastre.

A través de la atención se define la necesidad particular y se ofrece una solución a estas problemáticas con recomendaciones que van desde la promoción de estilos de vida saludables, técnicas para el manejo de la crisis, conductas de autocuidado físico y psicológico, hasta la identificación de personas con problemas de salud mental, mismas que deben ser canalizadas al especialista indicado.

No hubiera sido posible arribar a los cuatro años, sin la profesional dedicación de los operadores de Catic; alrededor de 26 participantes entre los que se encuentran psicólogos egresados, prestadores de servicio social y voluntarios de la Licenciatura en Psicología, gracias a todos ellos porque durante la pandemia unieron sus manos, y olvidando su propio miedo, amorosamente han dado soporte y contención a más de mil 200 personas que han llamado buscando ayuda; un reconocimiento a la doctora Olimpia Salazar Serrano, responsable y guía certera del buen funcionamiento del Centro.

Hoy en día, los psicólogos tenemos la posibilidad y responsabilidad de ayudar a construir una nueva normalidad, y con ello dejar manifiesta la necesidad evidente del reconocimiento al derecho a la reparación del daño emocional.

La autora es Fundadora del Centro de Atención Telefónica de Intervención en Crisis.

lilia.encinasnorzagaray@unison.mx

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