La familia, engranaje importante

El autor es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V.

Son pocas, aunque sería lo ideal, y muchas organizaciones lo promocionan a través de sus procesos instituidos, pero la realidad es que son contadas las que logran que su filosofía logre bajar

directamente a las familias de sus colaboradores.

Hay organizaciones empresariales mexicanas que cuentan con ventas anuales superiores a los 15 mil millones de dólares; se ubican en 33 países con 196 plantas; 3 millones de puntos de ventas;

100 marcas; más de 13 mil productos; 58 mil rutas, y 134 mil colaboradores.

Otras, también mexicanas, manejan rubros como construcción, logística, comercio y un largo etcétera, que se ubican en varios países, pero destaquemos para el tema lo que realizan con sus 19 mil 633 establecimientos que atienden a 260 millones de consumidores en nueve países con una base de colaboradores de 320 mil.

Es muy raro escuchar de algún paro de labores en estas organizaciones que cuentan con sindicatos poderosos pero imbuidos en su filosofía laboral que contempla el apoyo y motivación directa hacia las familias. Su estrategia pro familia, por regla general, se basa en el reconocimiento y existen aquéllas que en diciembre, por ejemplo, realizan una reunión con sus empleados e invitan a familiares.

Entregan reconocimientos, apoyos monetarios, becas y nadie se va sentido, al contrario. Luego, en materia del manejo de los establecimientos se preferencia a familias completas y se les capacita de tal manera que colocan en ellos oportunidad de crecimiento, sobre todo porque permite mediante este esquema que los integrantes puedan realizar otras labores, preponderantemente de índole académico, en el caso de los jóvenes que adecúan sus horarios.

De tal manera que el beneficio para las organizaciones radica en una limitada rotación de personal, un alto sentido de pertenencia, y sobre todo, las familias se convierten en el futuro semillero de nuevos colaboradores. Este último punto también suele ocurrir en otras organizaciones, pero en menor medida, como las religiosas, de índole policial o de profesionistas, donde el hijo del doctor, del maestro, agricultor, etcétera, por lo menos uno o dos llegan a seguir los pasos de sus padres.

Es pues la familia el nutriente y semillero seguro de cualquier organización y en el proceso de atención está una de las claves para asegurar una continuidad y fortalecimiento propio del ente.

De ahí la importancia de extender la filosofía de trabajo hacia la célula básica de la sociedad. En la medida de atención a este importante rubro, la imagen propia de toda organización no solamente se verá fortalecida, sino protegida.

El autor es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V.y de CEO, Consultoría Especializada en Organizaciones...

Cuando la unión de esfuerzos no es suficiente.

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