La campaña de publicidad política

El autor es Publicitario miembro de Aspac.

¿Cómo se diseña una buena estrategia publicitaria para una campana política?

Hace dos semanas, publicamos un primer artículo sobre publicidad política donde adelantamos algunos consejos generales.

Ojalá que hayan resultado útiles a quienes ya se preparan para la contienda y le estén dado buen resultado, tal como lo aseguramos.

Ahora presentamos aquí el desarrollo particular de la Estrategia Publicitaria.

Éste es un tema fundamental y crucial para cualquier campaña política.

En las campañas políticas electorales, el tiempo de ejecución es muy corto y las condiciones altamente cambiantes.

Por esto debemos centrar el esfuerzo en un solo objetivo, sin distracciones.

Además, debemos estar preparados para poder responder con rapidez ante las acciones de los otros contendientes, incluso ante los cambios en la opinión pública, tanto para defendernos como para aprovecharla.

Decir:

“Quiero que voten por mi candidato”, no basta.

Para concentrar nuestras acciones debemos tener claro nuestro objetivo.

Definir qué cosa específica queremos lograr de nuestro público:

Qué quiero que la gente piense de mi candidato.

El sólo decir:

“Quiero que voten por mi candidato” no es suficiente.

Sabemos que el público vota de acuerdo con sus creencias.

Por lo tanto, debemos definir con mucha claridad qué piensa el votante de nuestro candidato.

Esto se logra con sondeos cuidadosamente diseñados para obtener la verdad y no engañarnos a nosotros mismos.

Bien, ya sabemos qué piensan y también y también qué queremos que piensen.

Ahora podemos ver con claridad qué mensaje hay que posicionar en el votante para ayudarle a conectar en su mente los dos elementos, aportando a través de contenidos las razones y motivos para esa lógica de pensamiento que estamos construyendo.

¿Y cómo lo vamos a posicionar?

Responder a este “cómo” es hablar de la Estrategia Publicitaria.

Una campaña efectiva nos acercará a los votos.

Como remanente nos aportará una imagen sólida, que podría ser a la vez causa y efecto.

Recuerde, la sola creatividad no conduce a la efectividad.

La efectividad -número de votos y calidad de imagen posicionadaes lo más importante.

Con apoyo en Schultz y Tannebaum, podemos afirmar:

“No hay nada malo en una publicidad que atrae la atención; de hecho es vital. Pero hay otra parte todavía más vital del negocio publicitario. Es preguntarse qué puede hacer usted para desarrollar una publicidad penetrante que satisfaga los objetivos de su candidato: votos e imagen. Todo se reduce realmente a lo que usted dice, más que a la forma en la cual lo dice”.

El autor es Publicitario miembro de Aspac.

Por un México bueno, culto, rico y justo.

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