Informe del Comité Ciudadano de Seguridad
El autor Licenciado en Derecho y Presidente de la Barra de Abogados Sonorenses.
El Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Sonora, conjuntamente con el Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Hermosillo, presentaron en días pasados el informe anual 2019 de “Seguridad y Justicia en Sonora y Hermosillo”, cuyos datos son altamente preocupantes.
De tal manera que amerita de manera inmediata la participación de la sociedad civil para exigir con todo rigor que el Gobierno del Estado, de una vez por todas, enfrente el problema de inseguridad que se vive, apartándose de discursos estériles que han contribuido a los exacerbados niveles de violencia e impunidad, pues basta con señalar que los delitos de alto impacto, aquéllos que más daño causan a la sociedad, dan cuenta de ello.
Por un lado, los asesinatos se incrementaron considerablemente en 2019, alcanzando niveles nunca registrados: 1, 397 víctimas de asesinato, de tal manera que de 2018 a 2019 el incremento fue del 57%. Sonora ocupa la octava posición de entidades federativas con la mayor tasa de asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Efectivamente, a partir de 2019, la tasa nacional fue de 28.3% y en Sonora de 46.3%, superando 63% a la tasa nacional. Llama la atención que los anteriores números corresponden al periodo en que inició la actual administración del Gobierno Estatal.
En el caso particular de Hermosillo, los asesinatos se duplicaron de 2015 a 2019, ubicándolo como el segundo municipio más violento de Sonora y el número once entre los municipios del país con más de 900 mil habitantes.
En 2019 se registraron 1, 356 homicidios dolosos, que representan poco más del doble de los perpetrados en 2010. Con respecto a los feminicidios, de 2015 a 2019 se duplicaron, al pasar de 24 a 41 en dicho periodo.
La tasa de feminicidios por cada 100 mil mujeres, coloca a Sonora como la cuarta entidad con la mayor tasa, superada por Morelos, Veracruz y Colima. En Hermosillo, las carpetas de investigación abiertas por homicidio doloso se incrementaron en 2019 y representan poco más del doble de las registradas en 2015, pasando de 109 a 226. -Patrimonio vulnerable.-
En este contexto de violencia e inseguridad, también nuestros hogares y patrimonio se han visto afectados. Si bien es cierto que las denuncias por robo a casa-habitación han disminuido a partir de 2017 -después de la ola de robos sucedidos en 2016-, también es cierto que los robos con violencia a los hogares se han incrementado considerablemente.
En Sonora, 40% de los robos a casa-habitación denunciados en 2015 se cometieron con violencia, mientras que en 2019 representan el 52%. Menos robos, pero más violentos.
Después de analizar las anteriores estadísticas, bien vale la pena preguntarnos ¿por qué hemos llegado a estos niveles de inseguridad?, ¿dónde estábamos los ciudadanos y las agrupaciones de la sociedad civil que con nuestra apatía e indiferencia permitimos que nuestras autoridades simularan enfrentar el grave problema de la inseguridad?, ¿dónde quedaron las políticas públicas de prevención y combate al delito?
Evidentemente en nuestro Estado, de 2015 a 2019 se ha incrementado sustancialmente la inseguridad y la violencia, y mucho depende de la ciudadanía que esto no continúe. De lo contrario, en muy poco tiempo estaremos con los niveles delictivos de Michoacán, Guerrero, y Guanajuato, con toda la problemática que ello implica.
El autor Licenciado en Derecho y Presidente de la Barra de Abogados Sonorenses.
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