Hacia una Reforma Fiscal en México

México se encuentra en gran dilema, proponer una Reforma Fiscal para lograr recuperar el crecimiento económico y mejorar las condiciones de distribución del ingreso de las familias, no es una

tarea fácil, pero el debate nacional debe comenzar en pro de soluciones y alternativas viables en materia tributaria.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), elaboró el “Estudio Económico de México 2019”, en el cual determina que nuestro país puede mejorar en términos progresivos su política fiscal por medio del incremento de la relación Impuestos-Producto Interno Bruto (PIB), destacando como estrategias fiscales la ampliación de la base tributaria, el fortalecimiento del combate a la evasión y elusión fiscal, y reforzar la recaudación en las administraciones de la hacienda federal y estatal; además, de reducir las exenciones en el Impuesto Sobre la Renta (ISR), incrementar el impuesto predial, reducir las exenciones y los subsidios en el impuesto estatal de vehículos de motor y eficientar la recaudación del impuesto estatal sobre la nómina.

Recientemente, José I. Casar, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, publicó la obra “Hacia una Reforma Fiscal para el crecimiento y la igualdad” (UNAM, 2019), en la cual pone de manifiesto que ante la debilidad fiscal en nuestro país que genera dos grandes problemas estructurales de la economía: el lento crecimiento y la alta desigualdad, México debe implementar una Reforma Fiscal que incremente los recursos públicos del Estado, provenientes del cobro de impuestos a los estratos de mayores ingresos, con el objetivo de impulsar la inversión en infraestructura y gasto social –alimentación, salud, educación, justicia-.

También, el profesor Casar propone una meta cuantitativa de incrementar la recaudación fiscal en 5% del PIB, destinando 3 puntos porcentuales a inversión pública en infraestructura –aeropuertos, puertos, carreteras, plataformas petroleras, etc.-, lo cual tendría un efecto arrastre sobre la inversión privada para alcanzar un tasa de inversión total cercana al 25% del PIB; y el 2% restante para mejorar la ampliación y reforma del sistema de seguridad social con fines redistributivos para los trabajadores. Para alcanzar la propuesta anterior, México debe resolver dos problemas que afectan a la hacienda pública: la evasión fiscal y la economía informal.

Al respecto, Santiago Levy en el libro “Esfuerzos mal recompensados: la elusiva búsqueda de la prosperidad en México” (BID, 2018), concluye que “el sistema impositivo, de seguridad social y de protección laboral en México está roto, y el país necesita repararlo para acelerar el crecimiento. Mientras que esto no se consiga, otras medidas serán útiles, pero su impacto será secundario”.

Por tanto, el autor recomienda la formalización de la economía considerando dos aspectos relevantes, ampliar la cobertura de la seguridad social y aumentar la productividad laboral.

Es urgente la implementación de una política fiscal anticíclica en México, en la cual el gobierno proponga medidas para salir del actual estancamiento económico.

Dos alternativas: 1) una reforma fiscal para incrementar la recaudación como porcentaje del PIB a través de disminuir la evasión fiscal —que más personas físicas y morales, sobre todo de altos

ingresos paguen impuestos—, y regularizar a la economía informal por medio de esquemas tributarios justos y equitativos; y 2) expandir el gasto deficitario —gastar más de lo que ingresa— para invertirlo en aumentar la infraestructura, la productividad y la producción, mejorando con ello el mercado interno y las finanzas de las empresas nacionales.

Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y profesor-investigador, Universidad de Sonora.

@EspejelJoel