Hablemos de Emhoff y las nuevas masculinidades

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte.

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos han ocupado los titulares los últimos días e incluso se han apoderado de la conversación de las familias, los grupos de colaboradores y los chats familiares.

La realidad es que no es para menos, después de una elección tan reñida en la que el presidente electo, Joe Biden, se convertirá en el mandatario de mayor edad en tomar posesión como Presidente de la Unión Americana, a sus 77 años.

Pero el reflector no sólo se ha centrado en Joe Biden, sino también en Kamala Harris, quien ha hecho historia al convertirse en la primera mujer y la primera persona de color en ser elegida para la Vicepresidencia de Estados Unidos.

Kamala supone para muchas el ejemplo de que es posible romper con los techos de cristal y las barreras raciales que a lo largo de la historia han impedido que las mujeres cuenten con igualdad de oportunidades.

Es hoy, aún sin haber tomado su posesión de su cargo, un ícono del que todo el mundo está hablando.

Por otro lado, hay una figura que emerge de manera colateral, Doug Emhoff, el esposo de la vicepresidenta electa Kamala Harris, quien será el primer hombre en ocupar esa posición a partir de enero.

Emhoff es un abogado especializado en leyes relacionadas con los medios, deportes y espectáculos.

En el transcurso de su carrera profesional, ha colaborado para varias firmas reconocidas, e incluso fundó una propia en el año 2000.

Un hombre brillante, con una carrera propia que ha apoyado entusiastamente la carrera política de su mujer; En varias ocasiones, Emhoff apareció junto a su esposa durante la campaña electoral de los últimos meses e incluso la defendió de ataques en redes sociales y la ha apoyado públicamente.

Emhoff demostró desde un principio su total disposición a apuntalar la carrera de su esposa, aunque esto implicara deshacerse de inversiones individuales que podrían llamar la atención de sus críticos y transfirió el dinero a fondos de inversión y otros instrumentos con menos posibilidades de generar conflictos.

Kamala y Doug están rompiendo incluso con estándares sociales, al grado de que muchos se preguntan cual será el papel del esposo de la Vicepresidenta, pues no se cuenta con antecedentes al respecto.

En una situación donde la Vicepresidencia es ocupada por un varón, se espera que la esposa lo acompañe en ciertos eventos, siempre sin robar el papel protagónico y que se involucre en algunas causas sociales.

Pareciera que la elección no sólo sacudió el sistema político, sino también el sistema social organizativo.

Estoy segura de que en los próximos años la manera de interactuar de esta pareja enviará un mensaje poderoso en las nuevas formas como pueden asumirse los roles de género y abonará a la construcción de nuevas masculinidades.

La masculinidad hegemónica tiene que ver con la cultura de la desigualdad, en la que los hombres mantienen el control sobre las mujeres para acaparar el poder, y sobre todo, se relaciona con la proyección hacia el exterior, donde el varón es el que debe ser exitoso.

En un dúo como el de Kamala y Doug, ambos profesionistas y exitosos, la forma como manejen la posición de poder de Harris servirá como ejemplo para que las personas con ideologías más conservadoras entiendan que las mujeres somos capaces de ocupar cargos importantes y que eso no limita el desarrollo de la vida en pareja.

Hoy el brillo de Kamala es esperanza para muchas, pero la forma en que Doug ha respetado e incluso impulsado esa luz, debería servir como ejemplo para todos.

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte y directora de la Agrupación George Papanicolaou Hermosillo.

@PaulaTakashima

paulatakashimaaguilar@gmail.com