Espectador o protagonista de tu propia vida, la regla de oro en la nueva era
La autora es directora de Voz Empresarial
“Las personas se han vaciado de su propia sustancia ante la distracción y la urgencia, nos hemos convertido en personas intrascendentes, vacías y sin rumbo”: Dr. José Antonio Lozano.
El Dr. José Antonio Lozano, Presidente del Consejo Directivo de la Universidad Panamericana, analiza y explica que las personas que esperan que las cosas cambien están en pausa, pero la vida
no se pausa, dice, sigue con saldos trágicos y lo vemos en México con daños estructurales en la vida económica, salud y miles de fallecidos ahora con la pandemia del Covid-19.
Se tiene que reflexionar que ha pasado mucha agua debajo del puente y muchas cosas son diferentes en un año en la vida de todas las personas del mundo, y la mayoría se ha quedado como
espectador pensando que la situación volverá como antes, nada más errado y frustrante, dice.
¿Hay que preguntarnos si somos expectantes de nuestra propia existencia? ¿Esperamos que cambie el entorno, que el Gobierno proponga rutas, a qué hora podemos aspirar a la plenitud, a una vida lograda? Existen dos momentos cruciales de los que depende la vida de todos los seres humanos: el primero es que nacemos, el milagro de la vida, y el segundo, cuando descubrimos para qué estamos aquí. Si bien determinar una profesión o casarse es importante, no tienen la radicalización de descubrir para qué se vino a este mundo.
La pandemia trajo un espacio de inflexión para descubrir y hacer conciencia de una vida completa, feliz o desgraciada, pero la mayoría no logra este objetivo esencial haciendo de sus vidas
intrascendentes, carentes de propósito y objetivos plenos que los llevan a valorar el tiempo no como una sucesión de acciones sin sentido, sino un tiempo aprovechado y vivido a plenitud.
La vieja realidad exigía un consumo desmesurado, pero los objetos inanimados que amábamos y éramos capaces de comprar para llenar vacíos existenciales, ahora en la construcción de la
nueva vida, pasan a ser lo que son, objetos sin vida propia, y nos dimos cuenta de que la vida está marcada por el riesgo y la fragilidad, así nos lo tachó en la cara el Covid 19, que sin importar
condición ha sido inclusivo y se ha llevado en México a casi 200 mil personas.
Pascal decía: “somos una caña que piensa”, frágil y débil; una vida malograda es una vida dispersa que ha perdido el norte, no es capaz de lograr construir para crecer y mejorar, sólo se enfoca
en sobrevivir.
La reflexión es tratar de descubrirnos como personas, porque de nada sirve una vida intensa sin sentido, que no alcanza la felicidad, hay que darle tiempo para descubrir por qué y para qué se
vino a este mundo, no se mide en minutos y horas, el tiempo es flexible y relativo. Veamos cómo en un minuto las personas graves de Covid se despidieron de sus familiares y eso les trajo una paz
inigualable para emprender un vuelo de separación temporal, pero desconocido en ese momento. Si te dieran la oportunidad de una hora más de tu vida, ¿para qué la usarías?
No tienes respuesta, pues entonces enfócate y analiza que esa nueva hora, sería la del tesoro, y habría que reservar todos los días para hacer lo que realmente nos importa en esta vida.
La merma del tiempo no incide en su calidad, la vida no son los años vividos, sino lo vivido en nuestros años. Hay cuatro consejos para vivir plenamente y con sentido:
1.-A partir de ahora vivir el presente con un norte claro; sepamos responder cómo aprovechar si tuviéramos una hora más al día que nos regala Dios. 2.-Dedicar una hora diaria para sumergirnos en lo que realmente importa, buscar nuestra hora del tesoro, dejar lo urgente, aunque cueste, porque codificamos nuestra vida haciéndola intrascendente.
3.- Hacer preguntas en silencio interior, ¿para qué estamos aquí y porque con esta familia?, en este momento histórico con este país, en esta sociedad. 4.- Comprender cuál es nuestro propio sentido de vida y pensar que la pandemia nos ayudó a hacer un parón en nuestra existencia, pero que de ahora en adelante tendremos una vida lograda y plena.
La autora es directora de Voz Empresarial.
aretes0@gmail.com