Escribir es compartir

Hay personas que escriben para construir una comunidad online, otras lo hacen para construir autoridad, confianza y credibilidad; hay quienes buscan atraer a cierto perfil de personas o quienes desean impulsar algún producto, idea o negocio.

También hay quienes han cultivado la habilidad para escribir y tienen el compromiso, la disciplina y el deseo de hacerlo en forma profesional.

Pero la situación en la que la mayoría de las personas nos encontramos, es que no sabemos escribir, no hemos cultivado la habilidad para hacerlo, no tenemos la disciplina ni el talento con el que algunas personas nacen.

Aun así, somos muchos quienes tomamos la decisión de no dejar que estas limitaciones nos detengan, algo que no es fácil de lograr.

Lo anterior debido a que son dos adversarios a los que hay que superar: primero el Síndrome del Impostor, que se presenta con más frecuencia de la que se reconoce y pretende hacernos creer que no somos capaces de lograr lo que queremos.

Segundo, un entorno adverso en el que, por ejemplo, en México se leen menos de 4 libros por persona al año y se escriben menos de 200 por cada millón de habitantes.

Pese a eso, hay personas que escribimos en redes sociales, hay personas que escribimos libros y hay personas que escribimos en espacios como éste, en el que tengo el honor de compartir con ustedes cada semana mi sentir y mi muy particular forma de ver la vida.

Lo hacemos a pesar de que por mucho tiempo creímos que escribir era meramente un ejercicio intelectual destinado para personas más inteligentes, educadas y exitosas; lo hacemos a pesar de que sean muchos los errores que con frecuencia cometemos; lo hacemos a pesar de las críticas burlas o juicios que siempre existirán respecto de cualquier tema.

Lo hacemos porque desde la forma en la que vemos el mundo, escribir es más que solamente un ejercicio racional destinado a quienes tienen el talento y las condiciones para hacerlo.

Escribir es compartir.

Compartir una experiencia de vida que nos marcó y transformó para siempre; compartir los errores que cometimos en cierta etapa de nuestra vida, ante situaciones especificas; compartir nuestra forma particular de recorrer el camino en el que nos encontramos, nuestra forma de ver el mundo; compartir lo que valoramos en esta vida.

Seguramente habrá personas a las que no les interese, personas que no estén de acuerdo, personas que no crean o personas que sientan, piensen y hagan lo contrario y eso está perfectamente bien, porque cada quien se encuentra en el camino que ha elegido transitar.

Pero también habrá muchas personas a quienes les sea de utilidad lo vivido, desde la realidad del camino, con todo lo que conlleva la decisión de haber dejado de ser jueces expectantes que desde la comodidad de un café con conexión a Internet emiten sus valoraciones, para convertirse en activos protagonistas del viaje que han decidido tomar.

Por eso vale la pena escribir, porque cuando escribes compartes y cuando compartes ayudas; ayudas a otras personas y te ayudas a ti.

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El autor es CEO MVP Group.

Host de los Podcast Confesiones de un Papá Emprendedor, Escribe y Publica tu Libro y Triunfa Como Coach.