Es prioritaria la innovación contra el desperdicio de alimentos: FAO
El autor es Ingeniero Bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) propuso frenar ese despilfarro de alimentos con innovaciones tecnológicas, de trabajo y de gestión en todo el mundo.
El vocero de la FAO ha señalado que “La pérdida y desperdicio de alimentos no tienen cabida en estos tiempos de crisis.
La pandemia Covid-19 es un llamado de atención para reconsiderar la forma como producimos, manipulamos y desperdiciamos nuestros alimentos”.
Se calcula que 14% de los alimentos producidos en el mundo se pierden en la cadena que va desde el sitio de producción hasta los mercados, por problemas de logística en su acarreo, transporte, almacenamiento o distribución.
Luego, en su entrega y manejo por el consumidor final se desperdicia un volumen aún mayor.
Se estima que la suma de pérdidas y desperdicios alcanza 1,300 millones de toneladas, lo que equivale a un tercio de la producción mundial.
En contraste, 800 millones de personas padecen hambre, más de 10% de la población mundial.
Cuando se pierden o se desperdician los alimentos, se despilfarran todos los recursos utilizados para producirlos y distribuirlos: agua, tierra, energía, mano de obra, máquinas, infraestructura y capital.
Además, el desecho de alimentos en vertederos produce emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático, que a su vez afecta a la agricultura y en general a la producción y el manejo de alimentos.
La FAO propone, para aminorar la pérdida y el desperdicio, buscar soluciones innovadoras y nuevas tecnologías, incluidas las plataformas de comercio electrónico, sistemas de procesamiento de alimentos móviles y retráctiles, nuevas formas de trabajo y buenas prácticas para gestionar la calidad de los alimentos.
Es necesaria la intervención de los gobiernos para legislar y facilitar proyectos que eviten el problema, pero reducir hasta poner fin a la pérdida y el desperdicio requiere atención y acciones de todos, desde los productores de alimentos hasta las partes interesadas de la cadena de suministro, industrias alimentarias, minoristas y consumidores.
La FAO creó el “índice de pérdida de alimentos”, con el fin de monitorear el 14% que se pierde en las cadenas iniciales del proceso, con el objetivo de prevenir la inseguridad alimentaria y aliviar la presión sobre la tierra y el agua.
Las reducciones en el desperdicio de alimentos que ocurren en la cadena de suministro y del consumidor son clave para evitar emisiones de gases de efecto invernadero.
Las malas prácticas en las cadenas alimentarias generan 8% de esas emisiones.
La pandemia del Covid ha representado un desafío adicional porque las interrupciones en las cadenas de suministro, las cuarentenas, los cierres de restaurantes, hoteles y escuelas contribuyen a la pérdida alimentaria, al no encontrar los productores y distribuidores mercados por abastecer, sus productos muchas veces se dañan y se desperdician.
En el otro extremo de la cadena, compras compulsivas por los consumidores durante la pandemia provocaron desabastecimiento en los supermercados y desperdicio de alimentos, mientras el hambre acosaba a los nuevos desempleados.
La solución al desperdicio de alimentos involucra a toda la sociedad en su conjunto.
El autor es Ingeniero Bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias.
Tiene una especialidad en Desarrollo Sostenible.
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