Enfermedades que azotaron a Sonora y el toque de queda de 1953
El autor es escritor e historiador.
Todos los días surgen enfermedades nuevas, pero… ¿Me creerías si te digo que Sonora ya ha sufrido varios acontecimientos similares a los presentados hoy en día?
En 1883, un buque americano procedente de Mazatlán arribó al puerto de Guaymas con un individuo contagiado de fiebre amarilla, sujeto que al momento de arribar al puerto y tener contacto con diversas personas esparció el virus a los guaymenses, lo que provocó una pandemia de dicha enfermedad, que a su vez trajo consigo la muerte de 230 personas entre los años 1883 y 1885.
De igual forma, durante el auge de la influenza española en 1918, varios soldados estadounidenses provenientes de la Primera Guerra Mundial arribaron al estado de Kansas, en Estados Unidos, inquinados con esta influenza, misma que se logró esparcir por todo el país vecino. A México entró por la franja fronteriza de Tamaulipas, pero particularmente a Sonora por Agua Prieta. Dicha influenza logró penetrar a varias comunidades del estado, dando muerte a un total de 400 personas; 110 en Hermosillo, 150 en San Pedro de la Cueva y el resto en diversas localidades.
Por otro lado, el toque de queda implementado por la alcaldesa Célida López no es algo nuevo para nuestra ciudad, el 9 de febrero de 1953, durante la administración del Dr. Domingo Olivares, se instaló una sirena en la punta del cerro de la colonia El Mariachi, bajo el motivo de mantener por las noches dentro de sus casas a los jóvenes menores de edad. Esto no significaba que los adolescentes corrieran algún tipo de riesgo, sin embargo, servía como sirena preventiva para que así los jóvenes no corrieran algún peligro en la oscuridad de las calles. Aunque cabe resaltar que en aquellos años no existían los mismos índices de delincuencia como los existentes hoy en día.
Como logramos observar, nuestra ciudad y el estado en sí, han sido víctimas de diversas enfermedades que marcaron el ayer de nuestra historia, sin embargo, no podemos descartar que el nuevo Covid-19 es un gran reto para el sistema de salud de Sonora, aunque al estudiar y comprender los problemas del ayer me gustaría concluir con la siguiente pregunta, para usted, señor lector: Si logramos combatir aquellas enfermedades ¿por qué ésta no?
El autor es escritor e historiador.
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