El ser motivado

El autor es Presidente Nacional del Colegio Mexicano de Profesionales en Gestión de Riesgos y Protección Civil, A.C.

La motivación se identifica como un elemento básico tanto de la inteligencia intrapersonal como interpersonal, proviene del latín “motio” que significa movimiento, es decir, aquello que te motiva a alcanzar un fin.

La motivación está relacionada con el impulso que aporta eficiencia al esfuerzo que se requiere para alcanzar el objetivo, y empuja a la persona a buscar continuamente la manera de desarrollarse en los campos personal y profesional. Para el profesor brasileño Idalberto Chiavenato, la motivación es “el resultado de la interacción entre el individuo y la situación que lo rodea”.

En ese contexto, podemos  considerar la motivación como la combinación de diferentes procesos ya sean intelectuales, fisiológicos y psicológicos que determinan el nivel y dirección de la energía y, frente a ésta conceptualización, podemos considerar los conceptos de motivación y liderazgo, lo cual es importante si tomamos en cuenta que otros autores como John Kotter, definen

al liderazgo como “la actividad o proceso de influenciar a la gente para que se empeñe voluntariamente en el logro de los objetivos del grupo”; justamente entonces, el arte de motivar debe ser una

característica fundamental para definir al líder.

El líder debe de tener la capacidad de identificar y comprender que los motivos para la acción son las necesidades, aquellos intereses o motivos que activan al individuo, tales como: a) fisiológicos, relacionados con el hambre, la sed, cansancio o condición de salud; b) emocionales, que tienen que ver con la soledad, el amor, la envidia, y c) culturales, como las profesiones, estudios

e idiomas; los cuales pueden comportarse dinámicamente en cada persona de acuerdo con el contexto o la situación.

Los tipos de motivación pueden dividirse por un lado en intrínseca, como aquella que se refiere a la motivación que proporciona por sí misma la tarea a realizar, es decir, cuando se disfruta hacerla. Las personas que tiene motivación intrínseca, no requieren recompensas externas sino que para ellas es un placer realizarla; y por otro lado en extrínseca, que es aquélla que

tiene que ver con la consecuencia de una acción o lo que se recibe como recompensa a cambio de llevarla a cabo, es decir, la actividad se convierte propiamente en un medio para alcanzar un fin,

generalmente económico.

En cualquiera de sus tipos, la motivación es el combustible para llegar a donde se quiere. Con cualquiera de los enfoques que se pretenda analizar, la motivación es la clave de cualquier logro, y

por ello, es importante conocer las cosas que como individuo o grupo motivan y procuran disfrutar de lo que se hace.

Para finalizar, no puede existir la motivación sin la iniciativa. Debemos recordar que la proactividad es una cualidad que siempre ayuda a hacerle frente de forma asertiva a las situaciones que se

presentan en la vida diaria.

La iniciativa siempre será necesaria para emprender acciones que conduzcan al éxito; para ello deberá acompañarse de la perseverancia, y obviamente, teniendo bien definidos los recursos internos y externos con los que se cuenta para llevar a cabo lo que se planea.

“Apunta a la Luna, aún si fallas, volarás entre las estrellas”: Les Brown.

El autor es Presidente Nacional del Colegio Mexicano de Profesionales en Gestión de Riesgos y Protección Civil, A.C.