El Efecto Wrecking Ball (Demolición en las empresas)

El autor es consultor empresarial, coach directivo, capacitador internacional.

En las demoliciones se observa cómo una bola de fierro derrumba paredes y pilares, sin que nada la pueda detener; es simple física aplicada que multiplica masa por aceleración para obtener una fuerza de demolición efectiva.

Me gusta ilustrar este efecto para hacer referencia a uno de los grandes enemigos de la institucionalización en las organizaciones: El director (en ocasiones el dueño) que, sin desearlo, provoca efectos similares a una demolición de estructuras y sistemas en la empresa.

Como consultor, es frecuente el conversar con gerentes frustrados, desesperados y al borde de “tirar la toalla”, porque ya no aguantan a su jefe, ¿qué pasa? ¡El jefe no los deja operar! Da contraórdenes, “¿quién te dijo, López?, mmm no, mejor hazlo de esta otra manera”.

Desacredita la autoridad gerencial (no hagas nada sin mi autorización). No respeta los reglamentos.

Tiene canales de información (que él cree confiables) que le dan “ventaja sobre los gerentes y lo que es peor, los usa en su contra como si fuera una desventaja”.

“Es que no sé por qué te tengo ahí, si yo me entero antes que tú de las cosas” (cuando es claro que todos quieren llevar la información que saben le gusta al dueño y desean recibir esa palmadita en la espalda por su “lealtad”).

Se convierte en un cazador de errores.

Y los usa como contrapeso a los aciertos, minimizando e incluso nulificando los éxitos del gerente. Estas prácticas van completamente en contra de lo que cualquier directivo o dueño buscaría al invertir en una estructura gerencial, entonces, ¿por qué lo hacen? Pueden ser diferentes causas:

1. El director, no tiene claridad en las funciones o responsabilidades gerenciales y esperan de ellos simplemente ejecución de acuerdo con los métodos que siempre se han aplicado o que todo se haga en la forma tal y cual al dueño o director le gusta que se haga.

2. El director teme dejar de ser indispensable en la organización; este miedo es irracional, y tiene que ver con el no saber qué hacer con el tiempo, o su vida, al tener espacio para otras tareas a las que no está acostumbrado, como planear, investigar y analizar para lograr una mejor toma de decisiones.

3. El director entra en competencia con el gerente, especialmente cuando siente que empieza a ser efectivo y se ven los resultados, es decir, se gestan sentimientos negativos hacia el éxito de la organización, porque siente que él no es parte de ellos, cuando directivamente es un éxito.

¿Qué hacer? Si eres el gerente debes establecer un diálogo directo con tu director y juntos establecer las bases sobre las que puedes trabajar; si no se cumplen los acuerdos es mejor que busques otro camino, en esta batalla llevas la de perder, el director o dueño no tiene contrapeso en la organización.

Si eres el director o dueño debes tomar decisión entre operar o dirigir y debes de capacitarte al respecto; el arte de dirigir no es sencillo y es como todo, lleva una curva de aprendizaje que seguro será más rápida ya sea con lectura, escuelas de negocio o asesoría.

¡Hasta la próxima!

 

EDUARDO ESTRADA

El autor es consultor empresarial, coach directivo, capacitador internacional. eduardo. estrada@3tcconsulting. com