Duelo de la niñez
La autora es Licenciada en Psicología.
Durante esta pandemia todas las personas hemos vivido diferentes pérdidas de familiares, amigos o conocidos, sin embargo, pocas personas se están ocupando de los niños y de los duelos de ellos.
Es muy importante saber cómo acompañar a los niños en estos momentos.
Ocuparnos de incluirlos en los proceso de duelo. Primero que nada siendo muy honestos en las respuestas que les daremos, validar sus sentimientos, escuchándolos, y si no nos sentimos listos para acompañarlos, canalizarlos con algún psicólogo o tanatólogo que pueda acompañarlos; tomar el tiempo de explicarles lo que están viviendo paso a paso, desde un lenguaje sencillo y claro, de acuerdo a la edad; hablarles siempre con la verdad, pueden explicar el proceso de vida y muerte, con plantas o animales, y si hubo funeral decirles que van a ir y que estarán muchas personas despidiendo a su familiar, que habrá una misa (si es que tienen esa creencia) que irán al panteón o que les darán una urna con las cenizas, evitar el hecho de ignorarlo porque es pequeño, ellos entienden todo y aprenden a procesar si les enseñamos su propio proceso.
Decir claramente que su familiar “murió”, no que se fue al cielo y se lo llevó Dios (me ha tocado trabajar mucho con personas que se enojaron años con Dios por esta situación) o que se durmió para siempre o que ahora él los cuida donde está, ya que eso puede producir ideas equivocadas acerca de la muerte.
Acompañar es escucharlo, responder sus dudas, llorar juntos, abrazarlo, estar más pendiente de él o ella, ser amorosos y comprensivos.
Gracias a la película “Intensamente” tanto niños como adultos podemos entender las emociones principales: miedo, tristeza, enojo, alegría.
Por eso, si en algún momento la persona adulta se siente triste y llora, evite mentir acerca de sus sentimientos, si su pequeño(a) le pregunta si está llorando, acepte que así es y que está recordado a su familiar que murió y está triste, esto les enseña a los niños a ser coherentes en un futuro ante las pérdidas que en algún futuro vivirán.
Es importante estar atentos a los cambios de humor del niño, de repente las madres manifiestan que el bebé está más llorón, no saben qué le pasa, antes no era así.
Yo siempre le pregunto ¿y tú cómo estas?, y me responden: triste; les explico que hay una simbiosis con los bebés, que por eso, los bebés o niños pueden estar más irritables o llorones, berrinchudos, etc.
Esto es porque la madre así está y es válido.
Ahora, con el Covid-19, estamos viviendo procesos de duelo inconclusos, como ya se ha mencionado en otros escritos, lo que hace que sea más difícil que el niño logre entender qué está pasando, porque puede ser que un día vio a su familiar y ya de repente, sólo llegan las cenizas, esto hace que se haga más difícil poder explicar a los pequeños lo que está pasando.
Sugiero explicarles por medio de dibujos e incluso pedirle a ellos que dibujen su sentir y también realizar rituales donde se haga una despedida, una carta si ya sabe escribir o ponerlos en una fotografía y que se despidan de él.
Esto ayudará, pero, sí hay que seguir trabajando emocionalmente con la niñez.
La autora es Licenciada en Psicología.
psic.gladys12@gmail.com