Disturbios que visibilizan
El autor es Asesor Parlamentario de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión.
El abuso de poder por parte de las corporaciones policiales en todo el mundo es recurrente. En ocasiones, porque sus elementos no cuentan con la preparación adecuada para actuar frente a una situación determinada, en otras porque al calor de un suceso actúan por instinto y en otros casos porque carecen de una verdadera vocación.
La semana pasada, policías de Minneapolis sometieron George Floyd, un hombre afroamericano, de 46 años de edad, al salir de un supermercado, por presuntamente pagar con un billete falso.
Floyd fue sometido con exceso de fuerza y tirado al asfalto. Un policía blanco puso su rodilla en su cuello y lo asfixió hasta matarlo, mientras él suplicaba con su último aliento que lo dejaran respirar. Este asesinato fue capturado en video y al viralizarse generó una ola de protestas, saqueos de tiendas e incendios de estaciones de policías y departamentos.
En México, por su parte, se viralizó esta semana un video donde alrededor de diez policías de Ixtlahuacán de los Membrillos (pueblo ubicado a 30 kilómetros de Guadalajara) detuvieron a Giovanni López, un albañil de 30 años de edad, quien caminaba por la vía pública y fue detenido sin razón aparente.
El motivo de la detención es que el joven no portaba cubrebocas. Cabe destacar que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, informó el mes pasado que ante el Covid-19 el uso de cubrebocas era obligatorio en cualquier espacio público y advirtió que quien no cumpliera con dichas medidas sería sancionado.
Durante la detención de Giovanni, fue su propia familia quien grabó la forma violenta en que detuvieron al joven. Comentan que al día siguiente de la detención acudieron a buscarlo a la comandancia, pero los agentes de la Policía les informaron que se encontraba en el Hospital Civil de Guadalajara.
Al llegar al nosocomio, los familiares se enteraron de su fallecimiento, el acta de defunción indica que su muerte fue ocasionada por golpes en la cabeza. Al reclamar el cuerpo, se percataron también que presentaba un balazo en la pierna.
Esto desató protestas el pasado jueves frente al palacio de gobierno de Guadalajara, donde cientos de personas se reunieron para exigir justicia por Giovanni.
Los manifestantes quemaron automóviles, patrullas y realizaron pintas en dicho recinto y en una sola voz gritaron “Giovanni no murió, el Gobierno lo mató”.
En ambos casos, los policías hicieron uso excesivo de la fuerza y privaron de la vida a dos personas, esto encendió a la ciudadanía que manifestó inmediatamente su rechazo a la forma de actuar de los policías.
La quema de autos, los destrozos en comercios y edificios son un claro mensaje que visibiliza la violencia que se vive en las calles por parte de los “encargados del orden” y da un mensaje de que, si no se castiga a los culpables, los disturbios no tendrán fin.
El mensaje es claro: la ciudadanía unida lo puede todo.
El autor es Asesor Parlamentario de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión.
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