¡Día Naranja!

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte.

El 25 de cada mes se conmemora el Día Naranja, un día para actuar, generar conciencia y prevenir la violencia contra mujeres y niñas.

Se celebra mensualmente desde el año 2008, fecha en que el Secretario General de las Naciones Unidas hiciera el llamado a visibilizar la afectación que sufren las mujeres y niñas, haciendo que todos los sectores emprendan esfuerzos que permitan erradicar todas las formas de violencias.

Las “violencias”, en plural, no sólo porque las formas en que puede ser violentada una mujer son diversas, sino porque cada caso es distinto con una afectación y un impacto único.

Nombrarlo en singular, es tratar de reducir el problema, es querer pensar que no existe, que en mi comunidad y mi región, eso no sucede.

Las violencias pueden manifestarse de tantas formas que en ocasiones no siempre es sencillo identificarlas, sobre todo cuando muchas de éstas han sido socialmente normalizadas.

Vivimos en un sistema patriarcal que sólo identifica como agresión la violencia física y que aún en estos casos busca culpar a la víctima con frases y argumentos endebles como: “fue la forma en que iba vestida”, “ella siempre se le estaba ofreciendo”, “ella tuvo la culpa cuando acabó con su paciencia”, entre muchas otras.

La normalización de la violencia también está asociada a formas más sutiles y culturalmente aceptadas como son los micromachismos, que ayudan a perpetuar roles de género, machismo, violencia suavizada contra las mujeres, hipersexualización.

La erradicación de los micromachismos es una tarea urgente ya que es una de las formas más comunes de violencia y una de las que socialmente menos se reconocen.

El listado de violencias también debe incluir la violencia psicológica, económica, cultural, laboral y cibernética, pues reconocerlas es dar un primer paso en la construcción de un entorno seguro para mujeres y niñas.

El segundo paso es sumar esfuerzos de todos los sectores para erradicar cada una de ellas, lo que resulta una tarea bastante retadora si consideramos que una de cada tres mujeres en el mundo ha sido víctima de violencias.

El Día Naranja es un esfuerzo en el que cualquier persona puede contribuir con pequeñas acciones para generar un impacto mundial: vestir alguna prenda naranja, propiciar una reflexión en nuestro entorno familiar o laboral, realizar publicaciones en nuestras redes alusivas al tema, hablar del tema con las personas que nos rodean, son formas sencillas de sumarnos a esta iniciativa.

Hoy es Día Naranja y es la oportunidad de sumarnos al llamado de la no violencia contra las mujeres y contribuir así a construir un mundo libre de discriminación, desigualdad y actos de violencia hacia mujeres y niñas.

En ese sentido, es importante recordar que el naranja fue elegido por ser el color que representa un futuro brillante, optimista y libre de cualquier forma de agresión.

¡Pintemos el mundo de naranja!

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte y Directora de la Agrupación George Papanicolaou Hermosillo.

@PaulaTakashima