Dan miedo los indigentes
La autora es licenciada en Ciencias de la Comunicación y periodista desde 1982, ahora reportera en Expreso.
Va en incremento el problema de los indigentes en Hermosillo y con él van en aumento los problemas que genera este sector de la población, que según el último censo que se realizó, son en 930 personas que viven en la calle.
Lamentablemente, a pesar de que se dice que hay muchos programas para cuidarlos, al parecer estos no han dado resultado o es al revés: los han cuidado tan bien que ahora hay más o parece que los hay por los problemas que generan.
Entre ellos está el hecho de que revisan la basura y al hacerlo, hay unos que no están bien de sus facultades mentales y la tiran toda, rompen bolsas y los desechos quedan esparcidos por el lugar en donde estaban bien acomodados y guardados.
Esto representa un problema para los “tirabichis” o para los vecinos de esa zona, porque la basura simplemente se queda tirada y hay que volverla a levantar y lo malo es que muchos no lo hacen, así la dejan.
Otra de las problemáticas es que en los lugares donde duermen se llevan colchones o muebles viejos, o simplemente cobijas que después también dejan tiradas por cualquier lado. Y cuando llueve esto va a dar a los canales o alcantarillas, y causa una obstrucción que deriva en inundaciones, que se nos dan muy bien aquí en Hermosillo.
Por desgracia, los indigentes son generadores de basura a donde vayan y quizá ese sea su principal problema.
Pero hay otro, no son personas seguras. Ya ha habido varios casos de personas que no están bien de sus facultades mentales, que atacan a la gente si no les dan una moneda. Posiblemente esto no ha sido escándalo porque no han sido agresiones graves, pero esto es delicado.
Hay varios tipos de indigentes, pero hay dos que son peligrosos y no puede saber uno en qué momento esto puede llegar a ocasionar una desgracia. Uno de ellos es precisamente aquel que no están bien de la cabeza, porque no se puede saber si esa persona es violenta o no, y hay algunos que andan caminando por la calle que sí, son agresivos.
Están los otros, que algunos llaman “alcoholitos”, el dinero que consiguen se lo gastan en una botella del alcohol más barato que hay para emborracharse.
Esas personas en estado etílico tampoco se sabe de que pueden ser capaces, y hay otros a los que les alcanza para drogarse. Esos son peores.
Esa es la razón por la que no se puede seguir volteando la cabeza ante este problema o pateándose la bolita, alguien tiene qué hacer algo.
Hay personas, sobre todo mujeres, que me han dicho, “Iba a ir a esta tienda de conveniencia, pero vi que había un indigente y no llegué, me dan miedo” y no ha sido ni una ni dos, han sido varias.
Ojala y esto se tome en serio y se haga algo al respecto, porque si no, los indigentes se van a sumar a la problemática de violencia que ya de por si sufrimos, y no necesitamos eso.
Faltan los que junto con los jóvenes y niños que te limpian el vidrio, quieras o no y pobre de ti que no les des una moneda, porque te tiran agua al parabrisas, o si les va bien, nada más se le quedan mirando feo a uno.
He sabido de casos de limpia vidrios que son muy agresivos, hay unos en Colosio y Quiroga, y una vez amenazaron a un señor para que les diera dinero.
Por el bulevar Rodríguez hay varios personas de la tercera edad que se ponen ahí para pedir dinero y duermen en el camellón. A uno de ellos le gusta quedarse parado en los carriles de circulación, con el riesgo de que algún distraído lo atropelle.
Insisto, hay que hacer algo con ellos porque cualquiera de las problemáticas que he mencionado puede convertirse en una tragedia y entonces van a querer tapar el pozo cuando ya se ahogó el niño.
La autora es licenciada en Ciencias de la Comunicación, y periodista desde 1982, ahora reportera en Expreso.