Claves para reinventar las ciudades
El autor es Ingeniero Bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tec de Monterrey.
Este tiempo de confinamiento en nuestras casas ha evidenciado cómo la contaminación del aire disminuyó significativamente cuando dejamos de usar los automóviles y resaltó la importancia de los espacios verdes para nuestra salud y esparcimiento.
También nos dimos cuenta de la importancia del abastecimiento local de alimentos en cada ciudad. Además durante este tiempo, nos hemos estado dando cuenta de que no necesitamos tantas cosas para vivir bien.
Muchas ciudades están tomando medidas que benefician claramente al medio ambiente como restricciones a la circulación vehicular, ampliar zonas peatonales o el establecimiento de nuevas vías ciclistas. Algunas de estas medidas podrían pasar de iniciativas temporales a permanentes.
Esta podría ser una nueva realidad: ciudades más limpias, con un abasto de alimentos locales y más saludables, vías ciclistas más amplias y una ciudadanía con hábitos de consumo más sostenibles.
Greenpeace propone, para reinventar las ciudades y lograr que lideren una nueva normalidad más sostenible y resiliente en un planeta más saludable, que:
- Se promueva una ciudad sostenible, usando como inspiración la ciudad de 15 minutos de París, donde los servicios esenciales (atención médica, escuelas, mercados, estaciones, etc.) se pueden alcanzar caminando o fomentar estructuras como las de las supermanzanas.
- Se expandan las vías para bicicletas, que caminar sea más seguro dedicando más espacio para el peatón (ampliando aceras o haciendo calles peatonales) y que se priorice la circulación de trenes y autobuses frente a los coches y vehículos contaminantes.
- Se cultiven más alimentos de forma local, en granjas y huertos urbanos o dentro de la región, de manera sostenible y de temporada.
- Se promuevan mercados de agricultura, cooperativas de alimentos y espacios para que las personas intercambien y accedan a alimentos saludables, evitando importaciones exóticas poco fiables y contaminantes.
- Se replanteen los hábitos de consumo, reduciendo lo que se consume y comprando menos, pero mejor.
- Se impulse la reutilización, la reparación y el intercambio y se facilite el acceso a talleres de reparación y tiendas de intercambio en cada ciudad.
- Más allá de la economía circular: que se potencie el desarrollo de empleos asociados a una economía que limite el uso de materias primas y sin emisiones de carbono.
- Se amplíen las zonas verdes existentes y/o se creen nuevas áreas verdes de calidad considerando las bases de urbanismo sostenible.
- Se invierta en la mejora de la eficiencia energética, como la rehabilitación energética sostenible de viviendas, edificios administrativos y equipamientos públicos.
- Se impulse y desarrolle el autoconsumo y las comunidades energéticas locales, además de invertir en la instalación de energías renovables en los edificios públicos.
El autor es Ingeniero Bioquímico con especialidad en Ciencias Marinas Alimentarias por el Tec de Monterrey.