Breve reflexión sobre la desigualdad salarial de género en México
El autor es Abogado litigante. Especialista en Seguridad Social.
La igualdad salarial es un derecho humano contemplado en el artículo 123 Constitucional e igualmente se encuentra en el artículo 86 de la Ley Federal del Trabajo, mismo que reza: “A trabajo igual, desempeñado en puesto, jornada y condiciones de eficiencia también iguales, debe corresponder salario igual”.
Cabe destacar que cualquier diferenciación en la retribución salarial en base a sexo, raza, nacionalidad o estado civil es una discriminación salarial, esto de conformidad con los artículos 1 y 4 Constitucionales.
Una vez más, nuestro país se encuentra a la zaga en cuanto al reconocimiento de derechos laborales y sociales, ya que México tiene la peor brecha salarial de género de Latinoamérica. Según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en nuestro país, las mujeres perciben ingresos menores y durante el año deben trabajar hasta 35 días más para igualar el salario de un hombre.
El salario promedio mensual para las mujeres trabajadoras, con jornada completa, es de $5,029 pesos; por lo contrario, para un hombre es de 5,825 pesos.
Las mujeres empleadas dedican además hasta 42.8 horas a la “otra jornada laboral” para las labores domésticas, cuando los varones sólo destinan 16.5 horas mensuales. Estas cifras son del año 2019.
De acuerdo con datos oficiales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, durante enero del 2020, los hombres registran un salario diario asociado a trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mayor que el de las mujeres a nivel nacional: $416.40 frente a $363.50 pesos por día; es decir, una diferencia (brecha) de 14.6 por ciento.
El estado con la brecha más amplia fue Coahuila, con 31.1%: $433.40 pesos de salario del sector formal para los hombres, y %330.60 pesos para las mujeres. Le siguieron Campeche (brecha de 28.3%), Chihuahua (26.1%), Durango (24.6%), Sonora (23.8%) y Aguascalientes (22.0 por ciento).
Al otro extremo, las brechas salariales reducidas se mostraron en Quintana Roo (0.4%), Yucatán (2.9%) y Chiapas (6.1%); mientras que Veracruz fue el único estado donde la mujer gana más que el hombre ($406.60 pesos al día frente a $401.40 pesos).
Si bien es cierto, las cifras pueden variar dependiendo los estudios y las fuentes que consulte, no existe duda que en México se encuentra presente una grave discriminación salarial en detrimento de la mujer.
Es de explorado estudio e investigación que a menores ingresos económicos, menores oportunidades de desarrollo, colocando a este segmento de la población en un franco estado de vulnerabilidad y desequilibrio respecto a su par masculino, esto sin tomar en cuenta otras responsabilidades que social e históricamente recaen en mayor medida en la mujer.
Existen numerosos criterios y recomendaciones para evitar esta práctica recurrente; sin embargo, tal y como lo demuestran las estadísticas, la realidad es muy diferente y nos encontramos lejos de percibir un cambio circunstancial en este rubro de las relaciones laborales.
De poco sirven las leyes y tribunales que eventualmente pueden fallar a favor y reconocer la violación de un derecho fundamental como la igualdad salarial, si los casos que llegan a la justicia son aislados y continúa esta práctica recurrente en el mundo laboral.
La propia autoridad laboral con base en datos oficiales puede emplear acciones y programas para realizar auditorías a los empleadores y corregir estas prácticas nocivas, sin dejar de lado que para combatir efectivamente esta práctica es necesario enfrentarla desde todos los frentes posibles.
El autor es Abogado litigante. Especialista en Seguridad Social.
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