Ausencia de solidaridad
El autor es Director de Humanidades en el Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte.
Los acontecimientos a nivel mundial, nacional y local que más impactan entre la sociedad son, desafortunadamente, los que se fundan en lo negativo.
Son más vendibles las noticias sobre crímenes, suicidios, violaciones, corrupción, delincuencia, violencia, infidelidad, escándalo, etc., que las noticias que de suyo representen un bien para la sociedad y el mundo.
Somos todos los que formamos la sociedad quienes estamos permitiendo darle mayor atención a lo negativo que a lo positivo; que las relaciones humanas sean frías, indiferentes, oportunistas, ventajosas, etc.
¿Qué podemos esperar si no hacemos nada para cimentar las relaciones humanas en la solidaridad?, que viene a ser una de las formas de la amistad.
A nivel internacional los actos terroristas se vuelven más despiadados.
El flagelo de la pobreza es otra de las injusticias que vive el mundo por la falta de solidaridad entre los pueblos.
Los homicidios de miles de personas que caen en el infierno de las drogas y abusos diversos son ejemplos de lo mismo: la ausencia de solidaridad.
Tomás de Aquino es uno de los pensadores que concedió especial estudio a la filosofía de la amistad como pilar para la sociedad misma y la relacionó con la vida social, con el trabajo, la justicia y las demás virtudes.
Filosóficamente hablando, el hombre no nació para odiar.
“El hombre es el prójimo del hombre”.
Ahora bien, esas reflexiones se basan en el acontecer diario. Mientras no se experimente la solidaridad entre los hombres continuaremos renegando y repudiando las formas de violencia.
Por eso Santo Tomás de Aquino afirma que la amistad o la solidaridad es el resultado de todas las virtudes.
Solidaridad y justicia o caridad y derecho son fundamento de la vida social e indispensables, pues de ellas surge la paz.
La solidaridad también se conecta con la justicia y el derecho, puesto que todos los hombres tenemos derecho y deber de amar.
Siguiendo la línea de Aristóteles, Santo Tomás considera que “la intención principal de la ley humana es establecer la amistad de los hombres entre sí”.
La amistad es un factor de sociabilidad ordenado a la justicia, sin la cual la sociedad política no puede existir.
La amistad es otra de las vivencias que más nos acercan a la vida social.
Entonces inculquemos como autoridades, organismos intermedios, familias e individuos el bien de la amistad y la solidaridad, de dar confianza para que nos den confianza, de ayudar para que nos ayuden, de educar para que nos eduquen, de ser justos para que sean justos, de exigir para que otros nos exijan, de amar para también ser amados.
Usted, ¿qué piensa?
El autor es Director de Humanidades en el Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte.
Presidente de Grameen de la Frontera.