Un tiempo para cambiar
Un tiempo para cambiar, escribe Pbro. José Martínez Colín en #VivirEnCristiano
1) Para saber
Haciendo la referencia al mandamiento del amor, comentaba el escritor C. K. Chesterton (1874-1936): “La Biblia nos pide que amemos a nuestros prójimos y también que amemos a nuestros enemigos; probablemente porque generalmente son la misma persona”.
Sucede que solemos enemistarnos, no con las personas de otras creencias y culturas de otros países, sino con quienes convivimos día a día. El Papa Francisco en su mensaje de Cuaresma nos invita a practicar la caridad y cuidar precisamente a quienes tenemos cerca. Así no nos quedamos solo en buenos deseos: “No nos cansemos de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo”, nos exhorta.
Para ello nos propone un cambio de mentalidad. En vez de estar pensando en poseer cada vez más cosas, habría que pensar en dar y compartir. Ello se puede practicar con la limosna, dando con alegría, pues Dios nos proporciona a cada uno no sólo lo que necesitamos para subsistir, sino también para que podamos ser generosos en el hacer el bien a los demás.
2) Para pensar
Si conmueve que una persona sufra por otra, cuánto más si lo que hace es sacrificar su vida. Un suceso así aconteció durante la persecución religiosa que tuvo lugar en los años 30 en España, especialmente durante la Guerra Civil (1936-1939).
Alberto Meléndez, era un joven de tenía 27 años y el cuarto de 10 hijos que tuvieron Mª Dolores Boscá y Pablo Meléndez. Alberto, aunque era simpático y jovial, también era de un carácter fuerte que le llevaba a enemistarse con los demás.
En septiembre de 1936 milicianos del Frente Popular llegaron a su casa para detener al padre de familia Pablo Meléndez y a su hijo mayor, también llamado Pablo, quien estaba casado y tenía dos hijos. Alberto entonces, para salvar a su hermano, dijo que él era Pablo. Fue detenido y conducido junto a su padre a la cárcel de Valencia. Durante los días que estuvieron en la cárcel, pidió a los demás compañeros de celda que le llamaran Pablo y no Alberto, para no descubrir el engaño. Dicen que fue un gran apoyo para su padre y los demás.
Alberto y su padre fueron fusilados en la madrugada del 24 de septiembre de 1936, sus cadáveres aparecieron en un camino.
Alberto decidió morir en lugar de su hermano Pablo. Por eso se le conoce como "el Kolbe valenciano", haciendo referencia a San Maximiliano Kolbe, el religioso que eligió morir en el campo de concentración de Auschwitz en el lugar de otro preso para salvarlo, ya que éste era un padre de familia. El proceso de beatificación de Alberto va dando buenos pasos.
Para vivir
Nuestra vida es un tiempo para sembrar el bien, y podemos aprovechar esta Cuaresma para hacernos prójimos de aquellos hermanos y hermanas que están cerca y heridos en el camino de la vida, nos aconseja el Papa Francisco.
La Cuaresma, continúa el Papa, es un tiempo propicio para buscar -y no evitar- a quien está necesitado; para llamar -y no ignorar- a quien desea ser escuchado y recibir una buena palabra; para visitar -y no abandonar- a quien sufre la soledad. Pongamos en práctica el llamado a hacer el bien a todos, tomándonos tiempo para amar a los más pequeños e indefensos, a los abandonados y despreciados, a quienes son discriminados y marginados.
Pbro. José Martínez Colín
articulosdog@gmail.com