Señor presidente, sin excusas por favor
Recuerdo el hartazgo que comenzó a sentirse en Estados Unidos cuando Barack Obama era presidente y pasado más de un año de su llegada a la Casa Blanca, seguía culpando a su antecesor George W. Bush por los problemas económicos.
Obama repetía una y otra vez que "el día que asumí el cargo, enfrentamos $7.5 mil millones de dólares adicionales en deuda nacional como resultado de dos grandes recortes de impuestos, principalmente para los estadounidenses más ricos. También heredamos la peor recesión desde la Gran Depresión, que, incluso antes de tomar cualquier medida, agregó $3 mil millones de dólares adicionales a la deuda nacional".
Esta oratoria llevó al hartazgo de más de uno que le preguntaban a Obama ¿hasta cuándo va a seguir culpando a su antecesor por los problemas del actual gobierno?
Esa misma pregunta que se hacían varios estadounidenses en 2009, me gustaría hacérsela hoy al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador: ¿Hasta cuándo los problemas de hoy seguirán siendo culpa del pasado neoliberal, de los antecesores conservadores y cuándo ya serán responsabilidad del actual gobierno? Hasta ahora, si no son los expresidentes o sus empleados, AMLO apunta a las fallas como derivadas de algo o alguien más. Tan solo en la conferencia mañanera de ayer, el reporte con errores que dio la secretaria de Energía, Rocío Nahle, sobre las gasolineras que cobran más cara y más barata la gasolina, fue culpa de la Comisión Reguladora de Energía, la CRE.
El lunes, con bombo y platillo, AMLO le pidió a Nahle que leyera la lista completa de estaciones de servicio que venden la gasolina más cara y más barata. Cuando al día siguiente el reportero de Grupo Imagen le señaló al presidente que algunas de esas estaciones de servicio tienen meses de estar cerradas, AMLO excusó la información errónea aduciendo que ésta la habían obtenido de la CRE, un órgano independiente.
A los medios les tomó menos de 24 horas dar con la situación de las gasolineras cerradas. Si AMLO y la secretaria Nahle hubiesen querido hacer bien su presentación, incluso habrían mencionado no sólo las estaciones que venden más barato, sino las que han cerrado por estar suspendidas por presuntamente vender combustible robado.
Va tan solo un ejemplo. La gasolinera Servicio M&M, ubicada en el Estado de México, que, según la secretaria Nahle vende el litro de Magna muy barata, en 15.71 pesos, fue cerrada en agosto de 2017 por venta de combustible robado. Esta gasolinera es señalada como propiedad de María del Carmen Miranda Nava y Ricardo Víctor Mercado Galán, hermana y cuñado del exsecretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava, gran compañero del expresidente Enrique Peña Nieto.
En lugar de reportar el dato correcto y colgarse no una sino dos medallas, una por señalar la corrupción y otra por realmente encontrar las gasolineras que venden más barato, AMLO optó por dar por bueno un reporte que ni se revisó, a pesar de que la advertencia de que se darían los datos se hizo con una semana de anticipación. Y cuando se da a conocer el error, la culpa no es de Nahle ni de AMLO, es de un órgano independiente: de la CRE.
Se entiende que cambiar a México no es un trabajo que sucederá de la noche a la mañana. Por ello, en lugar de estar señalando al pasado para justificar las fallas del presente, tendrá que llegar el momento en que se asuma la responsabilidad de gobernar hoy México. Presidente López Obrador, gobierne sin excusas por favor.
Apostilla: El incendio de Notre Dame ha sido visto por algunos como una señal apocalíptica de nuestros tiempos. La catedral fue construida en 1163, pero ha trascendido milenios, a pesar de las dificultades que le han rodeado: las guerras del medioevo; la matanza de San Bartolomé, la Revolución Francesa; y las dos guerras mundiales. Notre Dame ha estado de pie a pesar de todo. Los humanos somos capaces de terribles acciones, de atrocidades, de matanzas que acaban con nuestras vidas que de por sí sabemos que solamente serán de algunas décadas porque somos mortales. Aun así, emblemas como Notre Dame, que perduran siglos, hacen evidente que, dentro de toda la maldad humana, también hemos sido capaces de grandes obras milenarias, como Notre Dame.