¿Me preparo para Navidad?
#ExpresoOpinión ¿Me preparo para Navidad?, escribe Pbro. José Martínez Colín
Para saber
Cerca de la Navidad, una profesora de niños preguntó a sus alumnos qué era para ellos la Navidad. Las respuestas fueron diversas: uno contestó que era cuando se reunía toda la familia; otro dijo que ese día le daban muchos regalos; uno más dijo que era cuando había vacaciones… Pero hubo una niña que dio una respuesta clara y acertada: “La Navidad es el cumpleaños de Jesús”.
A pocos días de que sea Navidad, el Papa Francisco nos invita a preguntarnos: “¿Cómo me preparo para el nacimiento del festejado?” Una manera es ser muy conscientes de que en Navidad celebramos la cercanía de Dios, recordamos que Dios no permaneció invisible en el cielo, sino que vino a la Tierra, se hizo hombre, un niño. Para ello ayudan los Nacimientos, que de manera sencilla nos ayudan a redescubrir que Dios es real, concreto, vivo y palpitante. Dios no es un señor lejano ni un juez distante, sino Amor humilde, que ha bajado hasta nosotros.
Para pensar
Cerca del Vaticano se ha puesto una exposición donde se muestran más de 130 Nacimientos o Belenes de todo el mundo y de todo estilo, desde unos de gran precio hasta otros sencillos hecho por niños. El Papa Francisco la visitó y bendijo la muestra.
Algunas figuritas representan al «Niño» con los brazos abiertos. Esto nos quiere decir que Dios vino a abrazar a cada uno de nosotros. Cuando hacemos el Nacimiento en casa, es como si abriéramos la puerta y dijéramos: “Jesús, ¡entra!”. Es bonito, dice el Papa, detenernos delante del pesebre y disponernos a escuchar a Dios, que nos habla en silencio. Allí confiaremos nuestras vidas al Señor, le hablaremos de las personas y situaciones que nos importan, haremos con Él un balance del año que está llegando a su fin, compartiremos nuestras expectativas y preocupaciones. No olvidemos que es Jesús quien da a nuestras familias la fuerza para seguir adelante y perdonarnos.
Contaba el Papa que le enseñaron una foto de un Nacimiento especial, llamado: «Dejemos descansar a mamá». Ahí se representa a la Virgen dormida y a José con el Niño en sus brazos procurando que se durmiera. Lo mismo sucede en muchos hogares en que los padres se turnan, a veces es la madre y otras el marido, para atender al niño o niña que, llora, llora, llora… Así, el Nacimiento representa la ternura de una familia, de un matrimonio.
Para vivir
Una enseñanza más que podemos sacar del pesebre, dice el Papa Francisco, es sobre el sentido mismo de la vida. Vemos escenas cotidianas: los pastores con sus ovejas, los herreros que baten el yunque, los molineros que hacen pan; a veces se insertan paisajes y situaciones de nuestros territorios. Así, el Nacimiento nos recuerda que Jesús viene a nuestra vida concreta. Y esto es importante.
Es Dios que nació entre nosotros, nos acompaña en la vida, es hombre como nosotros. En la vida diaria ya no estamos solos y podemos encontrar a Jesús en nuestras ocupaciones cotidianas pues Él vive con nosotros. No cambia mágicamente las cosas pero, si lo acogemos, todo puede cambiar.
Invitemos a Jesús para que venga a nuestra vida. Porque si Él habita nuestra vida, la vida renace y será de verdad Navidad para nosotros. El Papa concluyó deseando ¡Feliz Navidad a todos!